Los espacios de sociabilidad siempre han sido lugares especiales donde han surgido grandes ideas y profundos debates que en muchos casos han permitido cambiar determinadas realidades que se tomaban por dadas. Las tertulias suelen presentarse en formas variadas: mientras algunas de las más importantes han sido cafés y bares, otras se constituyeron como salones de debate privados a los que sólo se podía acceder con invitación o con un contacto adecuado.
Tertulias: índice de los sectores más progresistas
El origen de la palabra tertulia se desconoce o al menos no hay certezas. Muchos establecen que proviene de la época del Barroco español cuando intelectuales leían obras de Tertuliano, alrededor del 1600. Desde entonces las tertulias se han sabido convertir en espacios característicos de los sectores intelectuales, de pensadores, filósofos e incluso revolucionarios de distintos países.
Esta tradición prontamente se extendió a otros países de Europa como Portugal, Francia, Italia y también a regiones de Latinoamérica. En ellas los asistentes se prestan a conversar sobre aspectos del arte, del pensamiento más moderno, de la política y de la realidad como parte de un todo. Es por esto que usualmente el espacio de una tertulia se asocia a sectores modernos que desean romper con el silencio y difundir diversas ideas o debates.
Las tertulias como comienzo de grandes eventos revolucionarios
Tanto en Europa como en América, las tertulias en todas sus variantes han sido el lugar desde el cual se diera el puntapié inicial a eventos revolucionarios y de grandes cambios en diferentes zonas. Esto es así ya que a pesar de nacer en una época no del todo revolucionaria, su sostén y mantenimiento durante los siglos XVIII, XIX e incluso XX han permitido contribuir a la discusión de situaciones especiales, revoluciones, reclamos y protestas de sectores intelectuales y clases medias.
En este sentido, las tertulias han sido de gran importancia por ejemplo en la América revolucionaria que terminó independizándose de España a principios del siglo XIX.
Una tertulia es antes que nada un espacio de sociabilidad
Más allá de su aporte cultural y de debate de ideas, las tertulias han sido históricamente lugares de sociabilidad que abrían sus puertas a diversas personas y que permitían que algunos sectores de la sociedad pudieran interactuar entre sí, disfrutar de espacios de ocio y diversión, etc. No todas las tertulias tenían una carga política o intelectual y cuando hablamos de bares o cafés, la convocatoria se ampliaba mucho más y se podía mantener por horas.
Con el paso del tiempo, las tertulias se convirtieron en lugares altamente políticos, pero desde su origen las mismas han sabido congregar a quienes buscaban interactuar con sus pares.
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