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Definición de Revoluciones Burguesas ejemplos, causas y consecuencias

Mercedes Roch
Lic. en Historia

Las revoluciones burguesas, también conocidas como revoluciones liberales, fueron un ciclo de movimientos revolucionarios que tuvieron lugar en Europa y América a fines del siglo XVIII y gran parte del siglo XIX. Las mismas surgieron en respuesta a las restricciones económicas y políticas que el poder absolutista había impuesto a las burguesías. Como consecuencia, las revoluciones burguesas transformaron las estructuras sociales y políticas de los países occidentales, estableciendo las bases para el predominio del capitalismo moderno, junto con los principios de la democracia y de la libertad individual.

Ejemplos de referencia y comparación

Los historiadores normalmente se refieren a dos movimientos como los principales ejemplos de revoluciones burguesas. En primer lugar, la Revolución de las Trece Colonias. También conocida como Revolución de Independencia Estadounidense, tuvo lugar en el año 1776, constituyéndose así como una de las primeras revoluciones burguesas. En este caso, los colonos americanos, que también representaban a las burguesías, buscaban liberarse políticamente del control británico para establecer su propio gobierno basado en el republicanismo y las libertades individuales. Asimismo, sus causas se relacionaron con problemáticas económicas ya que los habitantes de las Trece Colonias entendían que la aplicación de impuestos sobre ellos era ilegal puesto que no contaban con representación en el parlamento británico. De esta forma, influenciados por las ideas del liberalismo y la Ilustración, iniciaron el proceso independentista que se coronó con la Declaración de Independencia. En la misma se establecieron los principios de la igualdad y la libertad que fueron fundamentales para las revoluciones burguesas posteriores.

En segundo lugar, la Revolución Francesa iniciada en el año 1789. En este caso, nuevamente se trató de un movimiento impulsado por la creciente desigualdad económica y la opresión política que la monarquía, el clero y la nobleza ejercían sobre el Tercer Estado. Así, los líderes revolucionarios buscaron establecer una sociedad basada también en principios de la Ilustración tales como la libertad, la igualdad y la fraternidad. Como resultado, crearon la Primera República Francesa y sancionaron la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en los cuales se establecieron derechos individuales como los referidos a la libertad y a la propiedad, a la vez que se implantó la igualdad de derechos para todos los hombres.

Causas y consecuencias

Cuando hablamos de burguesía nos referimos a la clase social surgida durante la Baja Edad Media en Europa que logró diferenciarse de la nobleza y del campesinado por acumular capital y reinvertirlo. Fundamentalmente, luego de la Revolución Industrial, esta clase se posicionó con un alto nivel económico. Sin embargo, a diferencia de los estamentos privilegiados, la burguesía no contaba con derechos políticos y estaba obligada a tributar al Estado. En este sentido, sucedía a menudo que un burgués contaba con más dinero que un aristócrata, pero su ausencia de derechos civiles y políticos les anulaba la capacidad de participar activamente en la toma de decisiones.

Ante tal situación, la burguesía comenzó a rechazar los principios del absolutismo (como el mandato divino y la falta de límites al poder del monarca) y desarrolló una teoría específica, con fundamentos en el movimiento de la Ilustración, llamada “liberalismo”. Así, la burguesía instaló sus ideas respecto de la necesidad de aplicar la liberación de las transacciones comerciales, de anular los excesivos impuestos y de favorecer la participación política de los ciudadanos.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, podemos decir que el surgimiento de la burguesía y su ascendente influencia fue un factor clave para el desarrollo de las revoluciones burguesas. Desde ya que otros factores a tener en cuenta, y que se encuentran en estrecha relación, fueron el avance del capitalismo, el crecimiento de las ciudades y la deslegitimación de las fuentes tradicionales de autoridad tales como la Iglesia y la monarquía. De esta forma, en un contexto de agitación social, los burgueses iniciaron movimientos revolucionarios cuyo principal objetivo consistió en derrocar al poder e instalar su propio gobierno, lográndolo de forma efectiva en la mayoría de los casos.

En cuanto a sus consecuencias, las revoluciones burguesas cambiaron el rumbo de la historia ya que establecieron los fundamentos de los Estados de derecho instaurando la división de poderes y, basándose en el principio de igualdad ante la ley, expandieron los derechos de primera generación a toda la población. Asimismo, las revoluciones burguesas institucionalizaron al capitalismo como modo de producción dominante, estableciendo la libre empresa y el derecho a la propiedad privada. Finalmente, es de destacar que producto de estos movimientos revolucionarios, la burguesía se consolidó como la clase dominante, estatus que aún ocupa en la actualidad.

Referencias bibliográficas

Hobsbawm, E. (1962). “Las revoluciones burguesas”. Madrid: Ediciones Guadarrama

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #123 de Enciclopedia Asigna, en 04/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).