Principal - Historia

Definición de Historia estudio, y periodización

Mercedes Roch
Lic. en Historia

Cuando hablamos de historia, podemos referirnos tanto al devenir cronológico del paso del tiempo como a la disciplina que analiza los hechos y procesos históricos. Esta última se escribe con mayúscula inicial para diferenciarse de la anterior. Debido a que la Historia estudia los sucesos que son trascendentales para la humanidad, se trata de una ciencia social, a razón de seguir un método de investigación específico, el cual favorece la objetividad del historiador o la historiadora, cuyo fin fundamental consiste en arrojar luz sobre los hechos del pasado para comprender el presente, a la vez que favorece los análisis predictivos del futuro.

Estudio histórico

La Historia es una ciencia social. En este sentido, se trata de una disciplina que sigue una serie de pasos propios de un método científico, el cual es utilizado para investigar a la sociedad y elaborar conclusiones al respecto. En este caso, lo que la disciplina estudia es la relación de cambios y continuidades en los diferentes períodos de tiempo.

En cuanto al método de la Historia, consiste principalmente en analizar diversas fuentes históricas. Las mismas pueden ser primarias (elaboradas en el mismo momento en que aconteció el suceso estudiado) o secundarias (interpretaciones elaboradas a posteriori a partir del estudio de las fuentes primarias y/u otras fuentes secundarias). Asimismo, dentro de las fuentes primarias contamos con fuentes escritas, orales, materiales, pictóricas, audiovisuales y monumentales.

Finalmente, como ha expresado el historiador italiano, Benedetto Croce, “toda Historia es historia contemporánea”. Esto refiere al objetivo fundamental de la disciplina histórica que básicamente busca explicar el presente y predecir el futuro a partir del análisis de los sucesos pasados.

Periodización

La periodización conforma un aspecto básico de la Historia, ya que favorece el análisis de los hechos brindando un orden cronológico específico. Se trata de una división de la historia en unidades de tiempo, llamados períodos, que son limitados tomando como referencia sucesos específicos.

Debido a que se trata de una creación humana, los períodos pueden variar en tiempo y espacio. No obstante, aunque se trata de una periodización eurocéntrica, en la actualidad hay consenso respecto de que la historia se divide en estas grandes etapas:

• Prehistoria: anteriormente se concebía que el inicio de la Historia se encontraba en relación con el surgimiento de la escritura ya que se consideraba que solo las fuentes escritas podían brindar una representación fiel del pasado. Hoy en día este planteo ya no está vigente y se considera que todo análisis relacional de la humanidad con el paso del tiempo, pertenece a la Historia. Por tal motivo, este período inició con la aparición de los seres humanos hace unos dos millones de años y finalizó con la aparición de los primeros registros escritos que datan de fines del IV milenio a.C.

• Edad Antigua: inició con el origen de la escritura y finalizó con la caída del Imperio romano de occidente en el año 476. Fue en este período que tuvieron lugar los primeros Estados complejos ubicados en Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma. Se entiende que la sociedad se organizaba de forma piramidal y el modo de producción fundamental era el esclavista. Asimismo, de este período datan la expansión del sistema tributario, la centralización del poder, la formación de ejércitos y la elaboración de las primeras leyes.

• Edad Media: inició en el año 476 y finalizó con la conquista de América en el año 1492. En este período se vivió una descentralización del poder que se dividió en diferentes focos denominados “feudos”. Así, predominaba el modo de producción feudal por el cual se relacionaban productivamente los señores feudales, que eran los nobles poseedores de la tierra, y los siervos que debían tributar a los señores en especie. Asimismo, en este período hubo una fuerte presencia de la Iglesia católica cuya cosmovisión era la predominante.

• Edad Moderna: inició en 1492 y finalizó con la Revolución Francesa en el año 1789. Este período se caracterizó por la expansión imperial de Europa por el mundo. Asimismo, se introdujo el comercio armado y se asistió a la conformación de un sistema comercial que conectaba los distintos continentes. Respecto de la organización política, se vivió el fin del sistema feudal y el ascenso de las monarquías absolutas. Por otro lado, la Iglesia católica perdió poder y se dio paso a la razón humana como modo de explicar los fenómenos.

• Edad Contemporánea: inició en el año 1789 y comprende hasta la actualidad. En este período se crearon los Estados nacionales y tuvieron lugar tanto las revoluciones industriales como las revoluciones burguesas. De esta forma, se asistió a la expansión global del capitalismo como modo de producción predominante. Como contraparte, se desarrollaron las teorías socialistas que se hicieron eco en algunos lugares del mundo. Así, gran parte de la Edad Contemporánea consistió en la lucha entre ambos sistemas. Sumado a ello, en este período se difundieron las democracias, aunque también de los totalitarismos. La característica fundamental es la globalización.

Referencias bibliográficas

Carr, E. H. (1984). “¿Qué es la historia?”. Barcelona: Ariel

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #121 de Enciclopedia Asigna, en 02/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).