Junto a la revolución rusa de 1917, éste es probablemente el levantamiento popular que más ha marcado la historia del siglo XX, dejando de lado las valoraciones (siempre subjetivas) de si para bien o para mal.
La revolución cubana es el nombre con el que se conoce el proceso revolucionario dirigido principalmente por Fidel Castro, que derrocó la dictadura de Fulgencia Batista e instauró un régimen comunista en Cuba.
Tras su independencia de España, Cuba se convirtió, de facto, en una colonia estadounidense. Incluso cuando se sacudió teóricamente el “yugo yankee”, los intereses norteamericanos continuaron suponiendo una interferencia en la isla caribeña.
Fulgencio Batista, general del ejército cubano, encabezaba desde 1952 una dictadura de corte fascista, amiga y aliada de los Estados Unidos.
Para el gobierno norteamericano, Cuba se había convertido en una parte de su “patio trasero” centroamericano, un territorio que formaba parte de su área de influencia geoestratégica desde poco después de conseguir su independencia
Los opositores a la dictadura eran numerosos, pero uno destacaba por encima de los demás debido a su activismo y su arrojo: Fidel Castro.
En 1953, Castro ya había realizado una intentona asaltando el cuartel de Moncada, intentona que fracasó llevándole al exilio primero en los EEUU y luego a México.
La revolución cubana se fraguó en México por parte de Castro y otros activistas.
El plan era desembarcar un nutrido grupo de revolucionarios armados en la isla para levantar al pueblo, dedicándose especialmente a la población rural, que era la que vivía en las peores condiciones bajo la bota opresora del régimen de Batista, aunque esta atenazaba a toda la población cubana.
La expedición partió de Tuxpan (Veracruz, México) el 25 de noviembre de 1956 en el Granma, un viejo yate de recreo de 13,25 metros de eslora. En él, y de forma extremadamente precaria, se hacinaban unos 80 guerrilleros.
La operación de desembarco fue un fracaso de principio a fin. El veterano yate sufrió problemas que dificultaron enormemente su navegación, llegando a la costa cubana mucho más tarde de lo previsto, el 2 de diciembre, además de llegar al lugar equivocado.
Los servicios de inteligencia de Batista tuvieron conocimiento de la acción, por lo que a su llegada a Cuba, los revolucionarios ya tenían al ejército leal a Batista esperándolos. Muchos de ellos fueron muertos por los militares y otros capturados (de estos, algunos serían asesinados en prisión a lo largo de las siguientes semanas).
La llegada -que estaba prevista para el 30 de noviembre- debía coincidir con un alzamiento en Santiago de Cuba, el cual llegó a producirse, aunque de forma muy descoordinada y sin el apoyo del dicho desembarco, por lo que estaba abocado al desastre.
El organizador del levantamiento en Santiago, Frank País, fue capturado y enjuiciado, y aunque absuelto, asesinado en las calles de Santiago unos meses más tarde, lo que granjeó numerosos apoyos a la causa rebelde.
Los supervivientes, entre los que se encontraban el propio Fidel Castro y su hermano Raúl, Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara (conocido entonces ya, y para lo posteridad, como “Che”) se escondieron en Sierra Maestra, una zona montañosa y boscosa desde la cual iniciarían una guerra de guerrillas.
El hostigamiento desde posiciones escondidas es la única opción viable para una lucha en términos tan desiguales como la llevada a cabo por una guerrilla contra un ejército regular más numeroso en términos tanto de efectivos como de equipamiento.
El gobierno de Batista llegó a anunciar la muerte de Fidel Castro y de los demás guerrilleros, información que fue desmentida por la publicación de una entrevista realizada al mismo Fidel en las páginas del New York Times.
Dicha entrevista impactó tanto dentro como fuera de Cuba y, aunque el régimen batistiano no se diera cuenta de ello, representó -gracias a los ánimos que insufló a los contrarios a la dictadura- el principio del fin de la dictadura.
La guerrilla crecía con nuevos reclutas ya integrados en la isla, a la par que lanzaba sus primeras acciones militares, atacando diversos cuarteles y destacamentos del ejército con éxito.
El Manifiesto de Sierra Maestra es un documento clave en el proceso revolucionario cubano, en el cual se exponen los principios que guiarán la revolución.
Con el antes mencionado asesinato de Frank País, los ánimos de la ciudadanía se calientan; la base naval de Cienfuegos se subleva contra el gobierno en septiembre de 1957, y aunque dicha sublevación es derrotada por la fuerza, demuestra las flaquezas del régimen.
Decidido a acabar con la guerrilla, Batista ordena una ofensiva contra Sierra Maestra para barrer la amenaza en mayo del 58. Será su último error.
Si bien inicialmente las tropas del ejército gubernamental tuvieron la iniciativa y forzaron a los guerrilleros (cuyos efectivos se habían multiplicado y ahora tenían varias columnas operativas desplegadas por el territorio) a adoptar posiciones y tácticas defensivas, estas últimas pronto frenaron la ofensiva y pasaron al contraataque.
Las fuerzas gubernamentales se batieron entonces en retirada, la cual cosa desmoralizó todavía más a efectivos y mandos del ejército de Batista.
Viéndose en una posición de fuerza, los rebeldes extienden su lucha a toda la isla, y no solamente a las zonas montañosas, boscosas y agrestes en las que pueden moverse con ventaja.
Las acciones militares posteriores llevaron al colapso de la estructura de gobierno acaudillada por Batista.
El 31 de diciembre de 1958, cuando el paso de los rebeldes hacia La Habana era ya franco, Batista huye primero hacia la República Dominicana, para pasar luego a Madeira (Portugal) y, finalmente, instalarse en la España del también dictador de extrema derecha Francisco Franco.
El día de año nuevo de 1959 los revolucionarios se hacen dueños de La Habana, donde entran el Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Fidel Castro hace lo propio en Santiago de Cuba.
Llega a su fin la revolución cubana, pero empieza un periodo en el cual, el sufrido pueblo cubano tampoco encontrará la libertad; atenazada por los Estados Unidos, la revolución cubana verá cómo se endurece el mandato comunista hasta derivar en una nueva dictadura.