El Pacto Federal fue un tratado firmado por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos en enero de 1831 con el objetivo de socavar el poder del unitarismo en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Dicho acuerdo tuvo consecuencias exitosas para sus propósitos ya que, en mayo del mismo año, logró derrotar a las tropas unitarias. De esta forma, con la incorporación del resto de las provincias al Pacto, se dio origen a la Confederación Argentina.
La importancia fundamental del Pacto Federal radica en el hecho de que fue uno de los principales antecedes de la Constitución Nacional argentina sancionada en 1853 ya que el mismo estableció la libre circulación de personas y de bienes dentro del territorio, junto con la igualdad de derechos para sus ciudadanos, pero sin dejar de respetar la autonomía de cada provincia.
Marco histórico
El enfrentamiento entre unitarios y federales fue una problemática que atravesó al territorio que compone la actual Argentina a lo largo de gran parte del siglo XIX. El punto de tensión estuvo dado por sus diferencias ideológicas respecto de la forma de organización política que debía instaurarse en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Si, por un lado, los unitarios estaban de acuerdo con implantar un gobierno central que rigiera a todas las provincias, los federales buscaban establecer un tipo de organización política que brindara mayor autonomía a los gobiernos provinciales.
Este conflicto se vio agravado en el año 1828 cuando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Dorrego, decidió poner fin a la Guerra con el Brasil (iniciada en 1825) y terminó por reconocer la Independencia de la Banda Oriental. Ello generó la oposición de las tropas unitarias lideradas por el general Juan Lavalle, las cuales llevaron a cabo una revolución el 1 de diciembre de 1828. Las consecuencias de la misma fueron el derrocamiento de Dorrego, su fusilamiento y el nombramiento de Lavalle como gobernador de la provincia.
A pesar del triunfo inicial de la revolución, el poder del nuevo gobernador fue efímero ya que fue derrotado en la batalla de Puente de Márquez el 26 de abril de 1829 por las tropas federales de Juan Manuel de Rosas y Estanislao López. A partir de dicho suceso, unitarios y federales firmaron el Pacto de Cañuelas, el cual estableció el cese de las hostilidades entre las provincias y la necesidad de conformar un gobierno provisional. Producto de dicho tratado, se nombró a Juan Manuel de Rosas como gobernador de Buenos Aires y se le otorgaron Facultades Extraordinarias.
Si bien ambos bandos habían firmado el Pacto de Cañuelas, en agosto de 1830, el general Jose María Paz llamó a la conformación de una Liga Unitaria para enfrentar al poder federal. La misma estuvo conformada por Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán y Salta. Como respuesta a ello, en enero de 1831, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe firmaron el Pacto Federal con el objetivo de, mediante una alianza, vencer a los unitarios e instaurar el federalismo en el territorio.
Las disposiciones y objetivos del Pacto Federal
El Pacto Federal fue firmado el 4 de enero de 1831. Se trató de una alianza conformada por Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos con el objetivo de disolver la presencia de la Liga Unitaria, lo cual logró con éxito en el mes de mayo. Así, el resto de las provincias se incorporaron al Pacto y nació la Confederación Argentina.
Entre las principales disposiciones del Pacto Federal, podemos mencionar: la obligatoriedad de resistir conjuntamente a las invasiones extranjeras sobre el territorio entero de las Provincias Unidas del Río de la Plata; la creación de una alianza ofensiva y defensiva frente a las provincias de carácter unitario para desarmar su poder; la libre circulación de personas y de bienes sin barreras aduaneras dentro de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe; la prohibición de brindar asilo a los criminales que han huido de las provincias que conformaban el Pacto; la igualdad de derechos para los ciudadanos de las tres provincias; el socorro hacia las provincias que fueran atacadas; el reconocimiento de autonomía de cada provincia firmante; la creación de un mecanismo para incorporar al resto de las provincias cuando ello fuera posible; y la conformación de una Comisión Representativa de las Provincias Litorales de la República Argentina compuesta por un diputado de cada provincia que se encargaría de decidir los asuntos de guerra y paz, a la vez que tendría a su cargo la tarea de convocar a un Congreso para organizar políticamente al país.
Como se puede observar, si bien la Constitución Nacional argentina no se sancionó hasta 1853, este Pacto sentó las bases para su redacción, estableciendo la forma federal de gobierno que brindaba autonomía en la toma de decisiones de cada provincia pero estableciendo acuerdos de carácter nacional respecto de los asuntos bélicos y de los derechos de sus ciudadanos.