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Definición de Argentina origen, estado, democracia y dictadura

Mercedes Roch
Lic. en Historia

La Argentina es un país ubicado en el extremo sur de América que cuenta con una vasta y compleja Historia. Se entiende que el territorio fue habitado por primera vez hace trece mil años. Posteriormente, la población creció y en las tierras se asentaron distintas comunidades originarias como tehuelches, diaguitas, mapuches y guaraníes.

Para el siglo XVI, el territorio fue conquistado por España. No obstante, fue en 1776 que obtuvo importancia para el imperio tras la creación del Virreinato del Río de la Plata con sede en Buenos Aires. A pesar de ello, el período colonial no se extendió demasiado tiempo, ya que unos años más tarde, el 25 de mayo de 1810, se conformó el Primer Gobierno Patrio. A partir de ese momento, comenzaron a suceder los eventos que han delineado el devenir histórico de la Argentina.

Los orígenes (1810-1861)

Desde el siglo XVI, el territorio que actualmente compone la Argentina fue conquistado por España y continuó siendo colonia por alrededor de doscientos años. Teniendo eso en cuenta, podríamos situar los inicios de la Historia Argentina en la Revolución de Mayo de 1810, cuando los criollos reunidos en un Cabildo Abierto, formaron una junta de gobierno propia que se conocería como el Primer Gobierno Patrio. Este gesto dio inicio a la ruptura con el régimen colonial. La independencia sería declarada seis años más tarde, el 9 de julio de 1816.

Es de destacar que luego de los sucesos de Mayo, surgió entre los patriotas la disputa acerca de cómo organizar el territorio. Dicho conflicto terminó de estallar en 1820 con la llamada “anarquía”, a partir de la cual se dio inicio a las largas guerras civiles en las que se enfrentaron por años dos tendencias principales: quienes defendían las autonomías provinciales y quienes alentaban el proyecto de un único Estado centralizado. Estas facciones comenzaron a ser conocidas, a partir de 1924, como Partido Federal y Partido Unitario, respectivamente.

Para el año 1831, las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes firmaron el Pacto Federal por el cual se asistió a una paz relativa mediante una nueva forma de organizar el territorio: la Confederación Argentina. Se trataba de un acuerdo entre las provincias federales que respetaban su autonomía provincial pero respondían a la figura del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, respecto de los asuntos externos.

A Rosas, además de serle concedido dicho rol, se le otorgó la suma del poder público y se le dieron facultades extraordinarios. De esta forma, concentró en su figura los tres poderes del Estado y tuvo la capacidad de tomar todas las decisiones políticas sin intermediarios. Asimismo, sus gobiernos se caracterizaron por la persecución, la tortura y el asesinato hacia los opositores ejercidos por La Mazorca, el grupo parapolicial rosista. Estos aspectos, sumados a la prohibición de la libre navegación de los ríos y el retraso de la sanción de una Constitución provocaron un aumento de la oposición hacia el gobernador quien fue derrotado en 1852 en la Batalla de Caseros. Así, con Justo José de Urquiza a la cabeza de la Confederación, se sancionó una Constitución en 1853 que adoptó la forma de gobierno federal. Sin embargo, ello no terminó con los conflictos internos ya que Buenos Aires decidió separarse de aquella unidad política y conformó un Estado independiente.

La formación del Estado Nacional

En el año 1861, tras la Batalla de Pavón, se puso fin a la Confederación. A partir de ese momento los gobiernos que se sucedieron (Mitre, Sarmiento, Avellaneda) tomaron diversas medidas para lograr la unificación de las provincias en una sola República y la conformación de un Estado Nacional.

Por un lado, fue fundamental el conflicto armado conocido como Guerra del Paraguay ya que, a expensas de las trágicas consecuencias que tuvo para el país atacado, el mismo permitió la conformación de un único ejército nacional que puso fin a las milicias rebeldes del interior, a la vez que estableció la frontera noreste del país.

Por otro lado,se favorecieron las medidas tendientes a incorporar a la Argentina en el mercado internacional. Mediante la instauración de un modelo agroexportador, el país se especializó en la producción de materias primas para la exportación y arribaron cientos de inversiones provenientes de los países industrializados que buscaban estimular la modernización de la economía. Asimismo, se promocionó la inmigración europea para captar mano de obra y se expandió la frontera con los pueblos originarios para ganar más tierras aptas para la producción agropecuaria.

Siguiendo la misma línea política, desde 1880 gobernó el Partido Autonomista Nacional, el cual utilizó el fraude electoral como mecanismo de perpetuación en el poder. Estos gobiernos, cuyo principal exponente fue Julio Argentino Roca, impulsaron aún más el desarrollo del modelo agroexportador en la Argentina, tanto que el país pasó a ser conocido como el “granero del mundo”. Fue en este momento que arribaron al país grandes oleadas migratorias y se llevó a cabo la sangrienta “conquista del desierto”. Es de destacar que, si bien el modelo agroexportador en un principio proporcionó ganancias económicas, también tuvo consecuencias negativas ya que aumentó las diferencias económicas entre las distintas regiones del país y dejó a la Argentina inmersa en una gran dependencia de los capitales externos.

Inicios de la democracia e inicios de las dictaduras (1916-1946)

El crecimiento económico favoreció el desarrollo de una clase media que reclamaba el derecho a participar políticamente mediante el sufragio. Así fue que en febrero de 1912 se sancionó la Ley Sáenz Peña que establecía el voto secreto, obligatorio y universal masculino. Esto permitió el ascenso político de la clase media y el triunfo de Hipólito Yrigoyen en las elecciones presidenciales de 1916. De esta forma, se puso fin al período de gobierno oligárquico y se inauguró el momento político de la democracia.

Así, con la nueva ley sancionada, el radicalismo fue gobierno durante 14 años: Yrigoyen gobernó entre 1916 y 1922 y entre 1928 y 1930, mientras que en el período intermedio fue presidente Marcelo Torcuato de Alvear, también radical. Es de destacar que, si bien hubo una ampliación en la participación política y se otorgaron ciertos derechos a estudiantes y trabajadores, durante el gobierno de Yrigoyen también ocurrieron los sucesos represivos de la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde.

Para el año 1930, el gobierno radical terminó producto de un golpe militar que inauguró un período histórico conocido como “Década Infame” (1930-1946). El mismo implicó una regresión frente a la democracia representativa, en favor de un fuerte desarrollo del pensamiento derechista, el fraude electoral, la persecución política, la tortura y la corrupción. Asimismo, dio inicio a la seguidilla de golpes de Estado que se sucederían en la Argentina. Por otro lado, en este período comenzó el proceso conocido como Industrialización por Sustitución de Importaciones, consecuencia del cierre comercial por parte de las potencias tras el crack de la bolsa de Wall Street. Así, el modelo agroexportador mostró sus principales signos de agotamiento.

En 1943, un nuevo golpe de Estado, conocido como Revolución del 43, derrocó al gobierno del presidente Ramón S. Castillo, último de la llamada Década Infame. En ese momento, el General Juan Domingo Perón fue designado Secretario de Trabajo y Previsión, y fue desde dicha Secretaría (y más adelante como vicepresidente), que Perón ganó amplio apoyo del sector obrero.

Peronismo

Para 1945, el propio Perón había ganado más protagonismo que el presidente. Así, as cúpulas militares se preocuparon por este nuevo liderazgo y su política pro-obrera, y Perón fue obligado a renunciar, fue jubilado de las Fuerzas Armadas y se lo apresó en la Isla Martín García. Sin embargo, ante las medidas para excluir a Perón, los trabajadores se manifestaron de forma espontánea el 17 de octubre de 1945 y lograron que fuera liberado. Al año siguiente, en las elecciones presidenciales de 1946, Perón triunfó con un 52% de los votos.

Una vez en el poder, el presidente continuó acentuando las medidas nacionales y populares que venía impulsando. Fundamentalmente, se instaló el Estado de Bienestar y se buscó una alianza entre los empresarios locales y los trabajadores para promover un desarrollo económico nacional y lograr autonomía de los capitales extranjeros.

Posteriormente, en el año 1949, se llevó a cabo una reforma de la Constitución en la que se incorporaron los derechos de los trabajadores y se sumó una clausula que permitía la reelección del presidente. Esta disposición aumentó la oposición de los sectores tradicionales. A ello se sumó una crisis económica generada por una serie de malas cosechas y una reducción de la demanda externa de productos agrícolas en un contexto de posguerra. De esta forma, Perón terminó su primer mandato en una situación difícil.

A pesar de las dificultades políticas y económicas, el líder peronista triunfó en las elecciones de 1951 con un 62%. No obstante, si bien para 1953 la crisis económica estaba finalizando, la crisis política iba en aumento. Fue así que, el 20 de septiembre de 1955, un nuevo golpe de Estado tomó el poder y Perón debió abandonar el país.

Las dictaduras

La historia argentina se ha caracterizado por intervalos de gobiernos democráticos y gobiernos autoritarios. De hecho, durante el siglo XX tuvieron lugar seis dictaduras. La primera en acontecer fue la dictadura iniciada en 1930 que derrocó a Yrigoyen y dio inicio a la Década Infame, la cual también finalizó con una dictadura que se prolongó desde 1943 hasta 1946. Si bien hubo diez años de gobierno democrático bajo la figura de Perón, el mismo también finalizó en 1955 con una dictadura conocida como Revolución Libertadora, la cual proscribió al peronismo y llamó a elecciones presidenciales por las que fue electo Arturo Frondizi, quien también fue derrocado por la dictadura de 1962-63.

Luego tuvieron lugar dos dictaduras que se establecieron en un contexto diferente ya que en las décadas del 60 y 70 se generalizaron en América del Sur las experiencias dictatoriales que, en un contexto de Guerra Fría, buscaban terminar con el peligro del comunismo e instaurar el neoliberalismo en la región. Se trató de la Revolución Argentina (1966 – 1970) que puso fin al gobierno de Illia y el Proceso de Reorganización Nacional (1976 – 1983) que terminó con el tercer gobierno peronista. Esta última dictadura es reconocida como uno de los períodos más oscuros de la historia argentina ya que la implantación del terrorismo de Estado dejó un saldo de 30.000 desaparecidos, cientos de bebés secuestrados, y una gran cantidad de personas exiliadas.

Retorno a la democracia (1983-2003)

El 10 de diciembre de 1983, se vivió el retorno a la democracia en Argentina con la elección presidencial democrática del candidato de la UCR, Raúl Alfonsín. Dicho período estuvo marcado por una crisis económica signada por la hiperinflación y la deuda externa. Por otro lado, en su gobierno se creó la CONADEP y se llevaron a cabo los primeros juicios a los culpables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. No obstante, se trató de un juzgamiento a medias tintas ya que también se sancionaron las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida.

En 1989, en un contexto de crisis económica, asumió la presidencia, Carlos Saúl Menem. Si bien era el candidato del peronismo, al asumir implementó medidas de corte neoliberal (entre las cuales se destaca la Ley de Convertibilidad) que en el corto plazo palearon la crisis. Así, el éxito repentino de sus medidas económicas, le valieron la reelección en 1995. Sin embargo, en su segunda presidencia aumentaron exponencialmente los niveles de desempleo y de pobreza.

En el año 2001, durante el gobierno de Fernando De la Rúa, el FMI se negó a seguir avanzando con la deuda que permitía que siguiera en vigencia la Ley de Convertibilidad y las empresas que se habían instalado en el país comenzaron a retirarse. Esto generó una masiva fuga de capitales y el lanzamiento de la medida conocida como “corralito”. Así fue que en diciembre de ese mismo año se vivió un momento álgido de crisis económica, política y social que se tradujo en movilizaciones masivas, saqueos y cacerolazos. Finalmente, el presidente De la Rúa, a dos años de haber iniciado su mandato, renunció la tarde del 20 de diciembre. A este hecho le sucedió una seguidilla de presidentes que renunciaron apenas tomaron el cargo.

La actualidad (2003-2022)

La crisis del 2001 conllevó una grave situación política y económica. Fue en ese contexto que surgió un movimiento de centroizquierda, posteriormente denominado “kirchnerismo”, que retomaba las ideas nacionales y populares del peronismo. Este movimiento ganó por primera vez las elecciones en 2003 y se mantuvo al mando del poder ejecutivo hasta el año 2015. Sus gobiernos se caracterizaron por la cancelación de la deuda externa, el crecimiento industrial nacional, las políticas de derechos humanos y el alineamiento con los países latinoamericanos.

Luego de 12 años en el poder, en las elecciones de 2015 el kirchnerismo fue vencido por el candidato del PRO, Mauricio Macri. A partir de ese momento se pusieron fin a las medidas populistas y el gobierno se volcó hacia una economía de tipo neoliberal que implicó la libre adquisición de moneda extranjera, la rebaja a las retenciones de los productos agrícolas de exportación, el aumento del precio de las tarifas públicas y una gran toma de deuda con el FMI que equivalió a más de 200.000 millones de dólares.

Para 2019 hubo nuevamente elecciones presidenciales y, aunque Macri volvió a presentarse como candidato, obtuvo el triunfo electoral el representante del kirchnerismo, Alberto Fernández, quien aún continúa en funciones.

Referencias bibliográficas

Adamovsky, Ezequiel. Historia de la Argentina De la conquista española a la actualidad. Editorial Crítica, Buenos Aires, 2020.

Romero, José Luis. Breve Historia de la Argentina. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1997.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #114 de Enciclopedia Asigna, en 08/2022. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).