Por heterótrofos debe entenderse a los organismos que se alimentan de otros para su supervivencia. Se distinguen de los autótrofos, aquellos organismos que son capaces de generar su propio alimento a partir de elementos inorgánicos, como por ejemplo las plantas y algunos tipos de vegetales. Dentro de los organismos heterótrofos debemos contar a los que se alimentan de otros organismos heterótrofos como a aquello que se alimentan de organismos autótrofos. A pesar de que este tipo de organismos incorporen ya materia orgánica formada, la misma deberá ser metabolizada y adaptada a cada individuo, circunstancia que implicará a la actividad celular.
Ciertamente, el primero organismo que existió sobre la faz de la tierra debió de ser una variante autótrofa. Con el paso del tiempo y el desarrollo del proceso evolutivo es que los seres heterótrofos hicieron su aparición sobre la faz de la tierra. Algunos son fácilmente distinguibles a simple vista, pero otros requieren de una observación más aguzada. En efecto, por ejemplo los hongos pueden catalogarse como organismos heterótrofos en la medida en que requieren de compuestos orgánicos para su alimentación; en este caso, los mismos secretan encimas y procesan dichos compuestos en el exterior, circunstancia que puede entenderse como una digestión externa; posteriormente, procederán a su absorción y su consecuente metabolización.
Así como un organismo heterótrofo consigue su alimento, lo ingiere, lo digiere, lo metaboliza y finalmente excreta sus restos, el mismo proceso puede observarse en sus células internas. Así, las mismas atraerán a las sustancias nutritivas hacia sí y las fagocitarán, descomponiéndolas y metabolizándolas en su interior. Posteriormente, los desechos serán excretados de la misma manera en que lo hace un organismo.
Los organismos heterótrofos darían cuenta de los denominados consumidores dentro de la cadena alimentaria. Los mismos a su vez pueden separarse en primarios, secundarios y terciarios. En el primer caso estaremos en presencia de los seres vivos que se alimentan únicamente de seres autótrofos; en el segundo, estaremos en presencia de aquello seres vivos que se alimentan de consumidores primarios; y finalmente, en el caso de los consumidores terciarios, estaremos en presencia de seres vivos que se alimentan tanto de consumidores primarios como secundarios.
Todo el proceso descrito no es otro que la manera en que fluye la energía química entre los diversos seres vivos. Los organismos autótrofos serán aquellos que podrán generarla autónomamente, mientras que los heterótrofos serán aquellos que requerirán de otro ser vivo para su obtención.