Definición de Hongos características, clases, e importancia

Tatiana Bengochea
Lic. en Ciencias Biológicas

Los hongos son un grupo muy diverso de organismos eucariotas y heterótrofos, es decir, sus células presentan organelas internas y no realizan la fotosíntesis, lo cual significa que deben adquirir moléculas orgánicas de otros organismos para poder satisfacer sus necesidades energéticas.

Características diferenciales de los hongos

Los hongos comparten algunas características con las plantas, como ser el hecho de que no tienen la capacidad de desplazarse, y sus células poseen pared celular por fuera de la membrana plasmática. Debido a esto, en el pasado fueron incluidos dentro del reino vegetal. Sin embargo, las diferencias entre las plantas y los hongos, junto con las características específicas de este grupo, hicieron que en la actualidad sean incluidos dentro del reino protista. De hecho, estudios moleculares comparativos demostraron que los hongos presentan importantes similitudes con los animales, más que con las plantas.

La principal diferencia entre los las plantas y los hongos es que las plantas tienen la capacidad de hacer la fotosíntesis y son autótrofas. Es decir, fabrican su propio alimento a partir de moléculas inorgánicas y energía solar. Por el contrario, los hongos no tienen esta capacidad y son organismos heterótrofos que consumen materia de otros organismos para valerse de moléculas orgánicas que les brinden energía. Por otra parte, la pared celular de los hongos está compuesta por quitina, una sustancia que no aparece en los vegetales, y sí en algunos animales como los insectos. Otra diferencia es que las plantas almacenan almidón como sustancia de reserva, mientras que los hongos, al igual que los animales, almacenan glucógeno y lípidos.

Al igual que las bacterias, los hongos están presentes en todos los ambientes y sustratos del planeta. A diferencia de los animales, no ingieren alimentos, sino que descomponen la materia orgánica de otros organismos (vivos o muertos) y absorben las moléculas resultantes.

Muchos de ellos son muy importantes en la cadena trófica, ya que contribuyen con la descomposición de materia orgánica muerta (saprobios). Otras especies de hongos son parásitos de organismos vivos, que pueden ser animales o plantas. En este caso, viven sobre ellos, se alimentan de su materia y les provocan perjuicios. También existen especies de hongos que viven en simbiosis con plantas superiores, algas o bacterias fotosintéticas, obteniendo energía gracias a ellas y a la vez brindándoles algún beneficio. Por último, algunos hongos son depredadores que tienen diferentes tácticas para capturar presas como las amebas o animales pequeños.

Si bien existen especies de hongos unicelulares o coloniales (como las levaduras, por ejemplo), la mayoría son pluricelulares. En líneas generales, un hongo típico está formado por filamentos denominados hifas, que en su conjunto forman el cuerpo del mismo, llamado micelio. Algunas hifas se dividen en células a través de tabiques internos denominados septos. Estos, en general, presentan un poro central a través del cual pueden pasar organelas pequeñas o incluso los núcleos entre las células. Otras hifas, que carecen de septos, son cenocíticas. Esto quiere decir que poseen múltiples núcleos que conviven en un mismo citoplasma. De acuerdo con estas características de las hifas que los componen, cada hongo puede presentar uno o varios tipos de micelios en diferentes momentos de su ciclo vital.

Reproducción

Los hongos pueden presentar reproducción sexual o asexual, y se reproducen a través de esporas que se dispersan gracias al viento y forman nuevos individuos, a veces a grandes distancias del individuo original.

La reproducción asexual también puede darse a través de la fragmentación de las hifas que lo componen.

Por su parte, la reproducción sexual en los hongos que la presentan se da a través de tres procesos consecutivos: plasmogamia, cariogamia (se produce la fusión de los núcleos) y meiosis. Estos procesos pueden ocurrir de diferentes formas dependiendo de la especie de hongo de la que se trate. De hecho, existe una enorme variabilidad en los detalles de los fenómenos reproductivos de los hongos.

Clasificación de los hongos

La diversidad de especies de hongos es enorme. Hasta ahora se han identificado alrededor de 100.000 especies diferentes, pero se estima que podrían existir más de 1.500.000 especies que aún no fueron descritas.

De acuerdo con algunos detalles específicos del ciclo vital y con características morfológicas, los hongos, a grandes rasgos, se clasifican en los siguientes grupos:

Quitridiomicetos: Este grupo abarca alrededor de 900 especies de hongos terrestres o acuáticos que se caracterizan por producir esporas flageladas. En general son saprobios o parásitos.

Mucoromicetos: Este grupo abarca alrededor de 1100 especies terrestres que se caracterizan por poseer reproducción sexual a través de la fusión de los gametangios. En general son saprobios, pero incluye también algunas especies parásitas.

Glomeromicetos: Con alrededor de 200 especies, los hongos pertenecientes a este grupo se caracterizan por establecer relaciones de simbiosis con raíces de plantas, y también por reproducirse de forma asexual únicamente a través de clamidosporas.

Ascomicetos: Este grupo incluye a la mayor cantidad de especies de hongos, siendo éstas alrededor de 33.000. Se caracterizan principalmente por presentar una estructura en forma se bolsa (llamada asco) que contiene a las esporas sexuales, y por tener una etapa sexual y otra asexual en su ciclo de vida.

Basidiomicetos: Alrededor de 30.000 especies pertenecen a este grupo que incluye a los hongos con la forma de seta o sombrero característica que suele venir a la mente al pensar en un hongo. Se distinguen por presentar una hifa especializada, denominada basidio, en la cual se producen las esporas sexuales.

La importancia de los hongos para el ser humano

A lo largo de la historia, los hongos han tenido un sinfín de utilidades para el ser humano. Sólo por mencionar algunos ejemplos, los hongos se utilizan para fabricar cerveza y panificados gracias a la fermentación producida por las levaduras. Algunas especies como los champiñones, los níscalos, las trufas y las gírgolas son fuente directa de alimento.

Los hongos han salvado innumerables vidas humanas, siendo los productores del primer antibiótico conocido: la penicilina. Hoy en día son una fuente de muchos otros compuestos médicos.

Se ha determinado que algunas especias de hongos tienen la capacidad de digerir el petróleo o el plástico, lo cual constituye una utilidad potencial para limpiar los derrames y desechos de estas sustancias, que son muy perjudiciales para la flora y fauna de las zonas afectadas.

Se siguen estudiando las características de la enorme diversidad de hongos que habitan la Tierra para determinar nuevos usos que sean beneficiosos para el ser humano y el ambiente. Sin embargo, si bien muchos tipos de hongos son beneficiosos, existen otros que son perjudiciales para nuestra especie. Tal es el caso de los hongos que pueden producirnos enfermedades o que invaden alimentos, viviendas, cultivos, plantas y animales domésticos.


Referencias bibliográficas

• Curtis, H. y Cols. (2022). ‘’Biología en contexto social’’. Octava edición. Buenos Aires: Médica Panamericana.

• Murray W. Nabors y Cols. (2006). ‘’Introducción a la Botánica’’. Madrid: Pearson Educación S.A.

• Didáctica, Enciclopedia Temática Ilustrada. Tomo 1, ‘’Biología’’. Editorial Oriente S.A.

Autora

Escrito por Tatiana Bengochea para la Edición #114 de Enciclopedia Asigna, en 07/2022. Tatiana es Lic. en Ciencias Biológicas y Prof. en Biología. Graduada en la UBA, Arg.