Opinar con argumentos adecuados, con un lenguaje pertinente, es lo que en líneas generales pretende la crítica literaria. El punto de partida de esta opinión argumentada es el conocimiento de la obra abordada.
¿Cuál es la función de la crítica literaria?
En primer término, la crítica literaria se propone como guía para el lector. Se supone que lo que alguien opine sobre una obra literaria (el crítico) es la base para generar un gusto (o no) o una alternativa para abordar o comprender dicha obra.
En la realidad, la crítica literaria sirve además para generar líneas generales de un estilo, lo que a su vez permite la generación de nuevas corrientes o movimientos en los cuales se puede enmarcar a diversos autores, o bien las diferentes etapas con las cuales se puede mostrar la evolución de un escritor.
¿Cuáles son los tipos de crítica literaria?
Se pueden identificar dos clases de crítica literaria:
– Crítica académica: se estila entre los estudiosos literarios, biógrafos o analistas de las expresiones literarias. En este nivel, los críticos son especialistas, conocedores del autor literario o de la historia de la literatura. Esta clase de crítica produce ensayos, monografías o estudios críticos en publicaciones académicas.
– Crítica de divulgación: se realiza con fines de promocionar o difundir una obra literaria o un autor específicos. También se encarga a un crítico, pero el lenguaje y analogías suelen ser menos acuciosas, dado que su fin es promocional. Este nivel de crítica aparece en prólogos, contraportadas o notas a pie de página del texto.
Características del análisis?
Para escribir o comentar una obra literaria, los mejores argumentos salen al revisar los siguientes elementos de la obra literaria: forma y contenido (la estructura y los temas); estilo y contexto (en que se escribe y se sitúa la obra literaria); comparación (respecto a otros autores o al describir otras obras literarias).
De cualquier manera, por lo que se ha visto, la crítica literaria parte de conocer, leer en detalle y anotar las reflexiones que el lector hace de la obra. De tal suerte, es posible que el crítico literario sea el mismo lector, quien denota sus observaciones mediante mecanismos de interpretación y búsqueda de más información.
Desde el punto de vista de la crítica académica, tenemos varios métodos o escuelas; las principales, surgidas en el siglo XX, son: formalismo, estructuralismo, new criticism, narratología y la literatura comparada. También se consideran escuelas de crítica literaria a la estilística y la pragmática literaria. Estas escuelas, como se advierte, tienen sus propios procedimientos que conllevan líneas para elaborar la crítica literaria.
Cabe señalar que la crítica literaria se relaciona con dos ciencias de manera puntual: la Psicología y la Sociología. De la primera se vale el análisis de los personajes o de la evolución del autor; por tanto, los rasgos psicológicos, dentro de la obra, se pueden ligar de manera analógica con los rasgos del propio autor de la obra literaria. De la Sociología, se retoma el contexto en que se origina la obra o la crítica de la obra, queda por fuera pero no debe ser superficial, pues abre la puerta a la documentación y la explicación del porqué ocurre el fenómeno literario.
Es notorio que un crítico literario se fije en exceso ya sea en la Psicología o en la Sociología. El punto de equilibrio se puede determinar cuando vayan surgiendo los argumentos o las hipótesis bien fundamentadas para abordar los elementos arriba citados, para crear una buena crítica literaria. Lo ideal es no fijarse demasiado en la catalogación psicológica o en los posibles traumas o complejos, sino en el impacto de estos en la obra literaria. Tampoco es aconsejable establecer el contexto social como el único argumento para analizar la obra, sino en los caracteres sociológicos en que se enmarca la obra, para explicarla, no para justificarla en la actualidad en que se realice la crítica literaria.
La crítica literaria es consumida por los estudiantes para sus trabajos de investigación o como base de sus reportes de lectura, además de los futuros lectores, que se focalizan en la crítica literaria como guía que afina su gusto.
Un crítico literario, desde su inicial lectura, propone una nueva lectura de la obra. No solamente en congresos, mesas redondas o simposios podemos ver a los críticos literarios. Cada lector se puede convertir en un buen crítico literario, si sus observaciones y análisis se realizan con solidez y concretamente.
El buen lector se puede convertir en un buen crítico. El estilo puede ser afinado, desde la perspectiva académica o desde la perspectiva divulgativa.