Contemporáneo viene del vocablo en latín contemporaneus, que quiere decir lo que coincide en el tiempo. Esto implica que dos personas que viven en el mismo periodo de tiempo son contemporáneas. Lo mismo puede decirse de aquellos acontecimientos que suceden en el mismo periodo de tiempo (los Juegos Olímpicos de 1968 en México y las revueltas estudiantiles de Paris son hechos contemporáneos, pues tuvieron lugar el mismo año).
La comprensión de los hechos históricos
El ser humano necesita ordenar el conocimiento de alguna manera. Para comprender la historia resulta muy útil ordenarla de una manera cronológica. Tradicionalmente la historia de la humanidad se divide en grandes etapas: la prehistoria, la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y, el periodo más reciente, la Edad Contemporánea. El cambio de una edad a otra permite estudiar y comprender de una manera homogénea un periodo de tiempo amplio.
Los historiadores están de acuerdo en indicar que la Edad Contemporánea se inició con la Revolución Francesa de 1789. La elección de este acontecimiento histórico tiene mucho sentido, ya que la Revolución Francesa supuso un cambio significativo con la etapa anterior y un nuevo rumbo en la historia de la humanidad. Sin embargo, la idea de mundo contemporáneo no es más que una forma de clasificación, pues en la práctica no hay una ruptura absoluta con las etapas anteriores. De hecho, muchas de las realidades contemporáneas provienen del mundo antiguo o el medieval.
Lo contemporáneo
El concepto de contemporáneo se utiliza como sinónimo de actual. Así, la moda, la cocina o la música del presente se definen como contemporáneas. Con esta denominación trasmitimos que una actividad forma parte de las coordenadas del presente.
La contemporaneidad es un concepto eminentemente temporal y, en consecuencia, lo que ahora es presente será antiguo en un futuro. El tiempo es, en pocas palabras, el elemento que acaba ordenando la propia vida de cada persona y el devenir de la propia humanidad. Si digo que Platón y Aristóteles fueron contemporáneos, estoy «jugando» con la idea de tiempo (desde el presente afirmo que dos personajes de la antigüedad compartieron una misma etapa). Por otra parte, lo antiguo puede ser de alguna manera contemporáneo (por ejemplo, los autores clásicos de otras épocas son valorados en el presente y se les considera contemporáneos, pues sus aportaciones todavía tienen vigencia en nuestros tiempos).