La clasificación es una actividad esencial y central para muchas disciplinas y tareas que lleva a cabo el ser humano. El acto de clasificar es aquel que permite distinguir elementos y agruparlos según sus características y puede servir para cosas de la rutina diaria de cualquier persona como para ámbitos académicos y profesionales.
Por ejemplo, se pueden clasificar papeles una oficina según a quién le pertenezcan pero también se pueden clasificar evidencias obtenidas en una situación de crimen o clasificar los diferentes tipos de flora y fauna de una región determinada.
La idea de clasificación como base de la ciencia humana
Es importante señalar que la clasificación es esencial en lo que respecta a las ciencias y a los ámbitos académicos en los que se estudian fenómenos de diverso tipo. Por ejemplo, en las ciencias naturales la clasificación es lo que ha permitido reconocer las miles de especies de flora y fauna existentes en el planeta.
Hoy en día, las mismas se hallan clasificadas en familias, géneros, subgéneros, grupos y también en relación a su condición de peligro, por ejemplo si están al borde de la extinción o si no sufren peligro de desaparecer.
Esto es lo que permite ordenar el conocimiento y trabajar con él de un modo mucho más organizado. La ciencia también usa la clasificación en todo lo que respecta a las pruebas que se pueden hacer sobre un tema determinado, por ejemplo reacciones en la piel humana frente a un producto nuevo o incluso en las ciencias sociales también se clasifican los grupos sociales, los comportamientos humanos, etc.
En el estudio y en el ámbito escolar
Si bien la clasificación es una actividad que suele estar relacionada con la ciencia, también está presente en el mundo escolar. La clasificación del material, de las tareas, el priorizar ciertas actividades antes que otras son todos aspectos presentes a la hora de estudiar. Desde el hecho de que las asignaturas o materias están clasificadas en relación a los fenómenos que estudian o el material sobre el que trabajan, queda claro que la clasificación es parte importante también del mundo escolar y universitario.
La abundancia de conocimiento ha llevado al ser humano a organizar la información
Si tenemos en cuenta que el ser humano viene produciendo conocimiento y pasándolo de generación en generación, es comprensible que en algún momento el mismo haya tenido que ser organizado y clasificado para ordenarlo y poder aprovecharlo mejor. Este es uno de los roles por ejemplo de las bibliotecas y espacios donde se almacena gran parte del conocimiento y saber humano.
No podemos dejar de mencionar la valiosa labor de aquellos intelectuales que en siglo XVIII compendiaron el conocimiento humano en la famosa Enciclopedia. El concepto de enciclopedia, que incluye saberes de diferente tipo clasificados en distintos grupos, surge en aquella época y se mantiene hasta el día de hoy con muchas categorías y subcategorías que brindan una importante ayuda para acceder al legado cultural del ser humano.