Un valle es un accidente geográfico. Es concretamente un terreno llano situado entre las laderas de las montañas. La llanura que forma un valle está originada por la erosión del agua que desciende de las cumbres montañosas. Las cuencas de los ríos son también el origen de los valles.
Los valles tienen forma de U, aunque los hay de varios tipos. Existen los fiordos, que están provocados por el deshielo de los glaciares. Otra de sus variantes es la fosa tectónica, que se produce cuando un bloque de roca se funde entre los bloques de una falla. También hay gargantas, que tienen paredes elevadas a ambos lados. El valle más común es el de tipo fluvial, en el cual el curso de un río va transformando a través de la erosión el entorno geográfico. Al tener su origen en las montañas, el agua que desciende por ellas va perdiendo fuerza y la corriente es menor, por lo que el valle se va ensanchando por los meandros creados por los ríos.
Un valle es, además de un accidente geográfico, un lugar especialmente atractivo por su entorno natural y su valor paisajístico. Las montañas que los rodean y los ríos hacen que estos lugares sean un excelente reclamo para los amantes de la naturaleza y el excursionismo, como es el caso de los parajes de Suiza y Austria. Hay valles famosos: Silicon Valey, el Valle del Loira o el Valle de los Reyes.
La palabra valle tiene otras posibilidades, más allá de las puramente geográficas. En nuestro idioma, Valle es un apellido bastante corriente. De hecho, hay más de un personaje ilustre con este apellido ( por ejemplo, el escritor español Ramón del Valle Inclán ). También hay algunas expresiones que utilizan esta palabra. En la religión cristiana se dice que el mundo es un valle de lágrimas, es decir, un lugar en el que el hombre está destinado a sufrir. Hay una expresión que es poco conocida, «¡ Hasta el valle de Josafat ¡», que se utiliza para expresar que dos personas ya no desean verse más. Por otra parte, al tratarse de un término que se refiere a la geografía física, valle se utiliza como raíz semántica que da nombre a ciertos lugares: Vallehermoso, Vallecillo o Vallecas, un popular barrio de Madrid. Otra curiosidad del término de esta entrada es su forma diminutiva, vallejo.
Las referencias al margen del elemento geográfico de la palabra valle, son una muestra de la singularidad de nuestro idioma, en el que un término tiene inicialmente un significado y, al mismo tiempo, se utiliza en ámbitos muy diferentes.