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Definición de Cultura Tolteca historia, y características

Mercedes Roch
Lic. en Historia

La cultura tolteca fue una civilización prehispánica que se caracterizó por su impronta militar y sus labores artísticos y arquitectónicos. La misma se instaló en el Valle de México en el siglo IX d.C. y, gracias a su potencia bélica, se expandió rápidamente por todo Mesoamérica formando un vasto y poderoso imperio. Sin embargo, en el siglo XII la civilización tolteca llegó a su fin debido a las disputas internas, los ataques externos y las inclemencias climáticas.

Pese a su caída, lo tolteca fue concebido por las culturas subsiguientes como símbolo de grandeza. De esta forma, el legado tolteca perduró tanto en lo que respecta al idioma como a la religión y la arquitectura, entre otros aspectos.

Historia

La migración de las poblaciones de habla náhuatl habría iniciado alrededor del año 500 d.C. Según el mito, dichas poblaciones fueron guiadas por siete señores que los llevaron desde el desierto del noroeste de Mesoamérica hasta el Valle de México donde finalmente se instalaron en el siglo IX, dando inicio así a la cultura tolteca. Una vez allí instalados, los toltecas fundaron su ciudad capital a la que llamaron Tollan o Tula. Allí se llevaban a cabo las principales funciones políticas y religiosas.

Entre los años 900 y 1200 se vivió el apogeo de la cultura tolteca que se organizó bajo un Estado centralizado. Luego de esa fecha, el imperio tolteca cayó por diversos motivos. Las hipótesis sugieren que podría haber sido producto de las disputas internas; como consecuencia de una extenuante sequía; o por los contantes ataques externos que sufrían por parte de otras culturas. Probablemente, se haya tratado de una conjunción de todos los factores mencionados.

Características

La cultura tolteca se caracterizó por aspectos compartidos y diferenciados respecto del resto de las culturas mesoamericanas.

En principio, los toltecas fueron conocidos por su gran trabajo en la labor de artesanías, fundamentalmente en lo que respecta a la alfarería y la metalurgia. Con su trabajo elaboraban armas y bienes de lujo que eran utilizados para el intercambio con otras culturas, con fines religiosos o como un modo de ostentación social. Asimismo, también fueron destacados escultores. De hecho, en la zona arqueológica de Tula, perduran hasta la actualidad cuatro esculturas de basalto llamadas “atlantes” que miden 4,5 metros. Se estima que las mismas actuaban como columnas que sostenían el techo de un templo.

En esta misma línea, los toltecas también se caracterizaron por su magnifica arquitectura que permitió la edificación de palacios, templos y pirámides. Según lo que indican las excavaciones arqueológicas, en el centro de la ciudad de Tula se ubicaban los edificios importantes (aquellos que tenían funciones religiosas y políticas), entre los cuales se encontraba el llamado “Palacio Quemado”. El mismo estaba compuesto por tres salas y cada una de ellas contaba con un patio interno que favorecía la ventilación y la entrada de luz. Por otro lado, también se encontraron tres campos de juego de pelota en la ciudad.

Otra característica a tener en cuenta de la cultura tolteca es que se trataba de un pueblo de guerreros, por lo tanto, la política, la religión y la sociedad estaban profundamente militarizadas. Por tal motivo, los toltecas se organizaron bajo una teocracia militar por la cual los reyes debían ser guerreros.

En cuanto a la estructura social, la misma se organizaba de forma piramidal y estaba profundamente jerarquizada. En la cima se ubicaban los sectores de la elite (compuestos por guerreros, sacerdotes y funcionarios), eran precedidos por campesinos y artesanos, y la base de la pirámide quedaba relegada para los esclavos que normalmente eran prisioneros de guerra.

Respecto de la religión, la misma se caracterizó por el politeísmo, aunque destacaron tres dioses principales (Quetzalcóatl, Tezcatlipoca y Tláloc) que se hallaban en estrecha relación con los aspectos guerreros de esta cultura. Para adorar a los dioses se construían templos y centros ceremoniales con una orientación específica: de este a oeste, acompañando el movimiento del sol y de la luna. A los mismos se les ofrecían diversas ofrendas entre las cuales se encontraban los sacrificios humanos.

Finalmente, la economía tolteca estaba basada en la agricultura que se sostenía mediante complejos sistemas de canales de riego que permitían el cultivo de productos como el algodón, el frijol, el maíz, el chile y el maguey. Asimismo, habían desarrollado una extensa red comercial que les permitía proveerse de los productos de los cuales carecían en su región (su amplitud era tal que abarcaba hasta lo que es la actual Nicaragua). A su vez, la organización de tipo tributaria respecto de los pueblos conquistados también los abastecía de materias primas o de bienes de lujo como caracolas, plumas de quetzal y pieles de jaguar, entre otras.

Referencias bibliográficas

Armillas, P. (1950) “Teotihuacán, Tula y los Toltecas. Las culturas post-arcaicas y pre-aztecas del centro de México. Excavaciones y estudios, 1922-1950”. en RUNA, Archivo Para Las Ciencias Del Hombre, vol. 3.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #118 de Enciclopedia Asigna, en 11/2022. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).