Se denomina trabajo social a toda actividad que pretende mejorar las condiciones materiales, de salubridad, culturales o educativas de la población; dada la dificultad de tener rentabilidad con estas circunstancias, el trabajo social suele emparentarse con organizaciones que excluyen el ánimo de lucro. Este tipo de accionar puede ser patrimonio de cualquiera, pero suelen ser las organizaciones no gubernamentales las más relacionadas a este tipo de iniciativas. El trabajo social hace especial hincapié en aquellos sectores de la población que tiene necesidades insatisfechas y pretende funcionar como un paliativo a dicha circunstancia. Es por lo tanto de enorme importancia su desarrollo y promoción.
Los individuos en particular y la sociedad en general tienen necesidades que cubren mediante su trabajo y la demanda de bienes y servicios en el mercado. En función del libre juego entre la oferta y la demanda se determinan los precios de los susodichos bienes y servicios. No obstante, por la incapacidad económica debido a diversas circunstancias, muchas de esas circunstancias quedan sin cubrir. Es aquí donde se hace patente la presencia de trabajo proveniente del denominado tercer sector dispuesto a brindar servicios que puedan ofrecer algún tipo de contención a esta situación.
Las funciones que puede acaparar los trabajadores sociales son las siguientes: hace entrega de tratamientos de psicoterapia o terapia familiar a familias, parejas o individuos; elabora programas y distintos proyectos junto con organismos gubernamentales y no gubernamentales para mejorar el desarrollo social; facilita información y contactos con organismos que proporcionan recursos socioeconómicos; orienta a los individuos y familias a la resolución pacífica de sus conflictos, a través de la búsqueda de la concertación y el dialogo; se dedica a la investigación de circunstancias sociales de modo tal que permita una interpretación profunda de los fenómenos allí vigentes, tratando de identificar problemas y elaborando propuestas que intenten aportar soluciones; evalúa planes y proyectos sociales en función de las necesidades previstas; hace un seguimiento de sectores y comunidades e individuos que requieren asistencia en cualquiera de sus formas.
Como se ha dicho, en la medida en que el trabajo social se enmarca en el tratamiento de problemáticas que difícilmente pueden ser resueltas mediante el mercado, es una orientación que suele excluir el ánimo de lucro. Es por ello que los trabajadores sociales suelen ser realizar su actividad en organizaciones no gubernamentales (ONG) y en el ámbito público, ámbitos que fundamentan su existencia en el tratamiento de los sectores más vulnerables de la población.