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Definición de Taxonomía categorías, y escuelas (fenética, cladística y evolutiva)

Carlos F. Lira Gómez
MSc. en Ciencias Marinas

En Biología, taxonomía es la ciencia que se encarga de la identificación, clasificación y ordenación de los seres vivos en grupos denominados taxones o taxa, los cuales son jerárquicos e incluyentes, es decir, que un taxón superior puede incluir uno o más taxones inferiores, mientras que un taxón inferior puede estar incluido en solo un taxón inmediatamente superior.

Carlos Linneo es considerado el padre de la taxonomía, pues a él se debe el actual sistema de clasificación basado en la especie como taxón más básico y con varias categorías taxonómicas superiores, cada una de las cuales es más inclusiva que la anterior. También desarrolló la nomenclatura binominal, mal llamada en algunos casos nomenclatura binomial.

Este sistema de clasificación asigna un nombre único y exclusivo a cada especie, el cual está conformado por un nombre genérico (género) y un epíteto específico. Según este mismo sistema, dos especies que compartan un mismo género deben compartir numerosas características comunes y por lo tanto deben tener un grado de parentesco muy grande.

Las normas para escribir esos nombres están señaladas en códigos de nomenclatura dictados por comisiones internacionales (zoológica, botánica, de bacterias), también existe un código internacional de nomenclatura para virus, aunque estos no son considerados como seres vivos por la gran mayoría de los autores.

Géneros cercanamente emparentados son reunidos en familias, las familias en órdenes y así sucesivamente hasta la categoría de reino, según lo establecido por Linneo, o hasta Dominio, según el ordenamiento actual. Sin embargo, las normas establecidas en los códigos de nomenclatura solo son de obligatorio cumplimiento hasta la categoría de familia, por encima de dicho taxón, las comisiones respectivas solo pueden emitir recomendaciones.

Categorías taxonómicas

Linneo estableció siete categorías taxonómicas, las cuales ordenadas de mayor a menor denominó Reino, Phylum (o División, en plantas), Clase, Orden, Familia, Género y Especie, siendo esta última la categoría más baja y sobre la cual reposan el resto de las categorías.

Las categorías taxonómicas propuestas por Linneo resultaron adecuadas y suficientes por un tiempo, pero a medida que se incrementaba el conocimiento de la diversidad de especies en el planeta y de las relaciones existentes entre estas, fue necesaria la creación de nuevos taxa.

Así surgieron las categorías taxonómicas secundarias, las cuales se obtiene al anteponer los prefijos Super (superior), Sub e Infra (inferiores) a las categorías taxonómicas principales, de esta manera tendríamos, por ejemplo Superorden, Suborden e Infraorden, No en todos los grupos de organismos, ni en todos los taxa principales es requerido el uso de estas categorías taxonómicas secundarias, sino que depende del nivel de complejidad y diversidad del mismo.

También, surgió posteriormente el Dominio, categoría taxonómica superior al Reino establecido por Linneo. Así, por ejemplo, animales, plantas y hongos (reinos), pertenecen todos a la división eucariotas o eucariontes (Eukaryota).

Dos especies diferentes no pueden compartir la misma combinación de nombre genérico y epíteto específico (nombre científico), aunque si pueden tener el mismo epíteto específico aunque sean de grupos completamente diferentes, como por ejemplo animales y plantas. Tampoco es válido que dos organismos no cercanamente emparentados compartan el mismo nombre genérico.

La taxonomía y el concepto de especie

Cuando Linneo propuso su sistema de clasificación se desconocía el concepto de evolución, se creía que las especies eran entes que se mantenían inmodificables a lo largo del tiempo y el criterio más comúnmente utilizado para definir una especie era la viabilidad y fertilidad de su descendencia. Organismos muy similares entre sí, como caballos y yeguas comparados con asnos de ambos sexos, producen descendencia fértil cuando se cruzan caballo y yegua o asnos con asnas, pero no así si el cruce es de macho de un grupo con la hembra del otro grupo. En este último caso la descendencia puede ser viable (híbrido, en este caso denominado mula), pero no es fértil, por lo cual se consideran especies diferentes (concepto biológico de especie).

Sin embargo, cuando Charles Darwin propuso la teoría de la evolución por selección natural, y cuando se demostró la existencia de “supuestas” especies capaces de producir “híbridos” fértiles se inició un gran debate acerca del concepto de especie, que sigue hasta nuestros días y que ha motivado la aparición de cientos de artículos y libros científicos, sin que aun exista un concepto único que satisfaga a todos los investigadores.

Esta disparidad de criterios a la hora de definir lo que es una especie (taxón basal en el sistema de clasificación propuesto por Linneo) se ve reflejado en múltiples escuelas de clasificación de las cuales las más importantes son la fenética, la cladística o sistemática filogenética y la taxonomía evolutiva.

Principales escuelas taxonómicas

Fenética

Es denominada también como taxonomía numérica, pues emplea una gran cantidad de caracteres de los organismos, a los que asigna valores numéricos con los cuales realiza luego diversos y complejos análisis matemáticos y estadísticos.

Los resultados de estos análisis pueden ser representados en gráficos denominados fenogramas y permiten determinar el grado de similitud global entre organismos, a mayor grado de similitud global, mayor será el parentesco entre los organismos estudiados.

Una objeción importante a esta escuela filosófica es que no toma en consideración la historia evolutiva de los organismos estudiados, debido a lo cual similitudes fenotípicas adquiridas secundariamente (convergencias evolutivas) debido por ejemplo a estilos de vida semejantes, pueden conllevar a decisiones erróneas y a la formación de grupos no naturales, es decir que estarían conformados por organismos sin ancestros comunes, por lo que su grado de parentesco no sería real (polifiléticos).

Por otro lado, organismos muy diferentes entre sí serían agrupados en taxa distantes (parafiléticas) aunque posean ancestros comunes y por lo tanto un grado de parentesco mayor al reflejado en los fenogramas, tal como aves y reptiles, que están más emparentados de lo que originalmente se creía y de lo que aún se refleja en la clasificación tradicional de ambos grupos.

Cladística

La escuela cladística, o de sistemática filogenética, se basa en la historia evolutiva de los organismos para establecer su clasificación. Para ello hacen uso de caracteres (morfológicos o genéticos) y sus estados evolutivos.

En cladística, no solo es importante diferenciar si los caracteres que comparten los organismos tienen un mismo origen (homólogos) o diferentes orígenes (análogas), sino también, entre los primeros, cuan ancestral (plesiomórfico) es dicho carácter.

Los taxónomos deben también deben saber reconocer homoplasias (es decir convergencias evolutivas o paralelismos) y retrocesos evolutivos, así como determinar cuándo un carácter es ancestral o derivado (apomorfía). Esta es la principal objeción que los feneticistas oponían a la cladística pues señalaban que esta necesidad de establecer homoplasias y condiciones ancestrales o derivadas suponía un fuerte grado de subjetividad.

En los análisis cladísticos se obtienen diversos resultados, es decir, diversos cladogramas que reflejan distintos niveles de parentesco entre los organismos estudiados y la decisión sobre cuál cladograma aceptar se hace siguiendo el principio de parsimonia, el cual establece que cuando existen diversas posibles explicaciones a un fenómeno o un proceso, hay que escoger siempre la respuesta más sencilla, puesto que es la más probable.

Taxonomía evolutiva

Puede ser considerada como un híbrido entre la fenética y la cladística, una de las diferencias fundamentales con la cladística es que acepta como válida la construcción de grupos parafiléticos (aves y reptiles separados), lo cual según los cladistas es tan artificial como aceptar taxones polifiléticos (animales y protozoos juntos, por ejemplo).

Los taxónomos evolucionistas también criticaban, entre otros aspectos, que los cladistas no podían solucionar problemas como los de especies surgidas por hibridación entre dos especies anteriores; que sus cladogramas eran muy rígidos y que se basaban muy estrictamente en el principio de parsimonia, el cual no siempre coincide con la realidad.

Referencias bibliográficas

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Sneath, P. H. (1995). Thirty years of numerical taxonomy. Systematic Biology, 44(3), 281-298.

De Queiroz, K. & Gauthier, J.A. (1992). Phylogenetic taxonomy. Annual Review of Ecology and Systematics, 23: 449-480.

Autor

Escrito por Carlos F. Lira Gómez para la Edición #114 de Enciclopedia Asigna, en 07/2022. Carlos es MSc. en Ciencias Marinas, mención Biología Marina del Inst. Oceanográfico de Venezuela, UDO. Profesor de Carcinología y Zoología Gral. en la UDO.