Definición
La Revolución Cultural China fue un movimiento de cambios sociales, políticos y culturales impuestos por el gobierno de forma violenta. La misma tuvo lugar en la República Popular China entre 1966 y 1976. El objetivo de este proceso revolucionario consistió en consolidar el poder de Mao Zedong y en purgar a los supuestos «enemigos del socialismo» dentro del Partido Comunista Chino y de la sociedad en general. Debido a su gran impacto, muchas de las consecuencias de la Revolución Cultural China aún perduran en la actualidad.
Desarrollo
En el año 1949, como consecuencia de la Revolución Comunista China, se instaló en el país el gobierno de Mao Zedong. Desde su lugar en el poder, Mao llevó a cabo diversas medidas que particularizaron al comunismo chino. Una de ellas fue la Revolución Cultural cuyos objetivos consistieron tanto en eliminar la burocratización y la corrupción en el interior del Partido Comunista, como en fomentar una purificación de la sociedad china.
Así, con el apoyo del politburó, Mao dio inicio en 1966 a una campaña con el fin de eliminar a los elementos capitalistas de la sociedad. Para ello se movilizaron a millones de jóvenes que actuaron como «Guardias Rojos». Los mismos llevaran a cabo ataques violentos contra intelectuales, artistas, académicos y otros ciudadanos que el régimen consideraba como contrarrevolucionarios. Es de destacar que, durante los primeros años, la Guardia Roja tomó el control represivo de la Revolución y ni las autoridades locales ni las nacionales intervinieron para detener la violencia.
Sin embargo, en 1968, el líder comunista, decidió disolver a la Guardia Roja para evitar que siguiera creciendo su poder. En su lugar, creó una nueva organización, el «Grupo de los Cuatro», que incluía a su esposa Jiang Qing y otros tres líderes leales que debían garantizar la continuidad de la Revolución Cultural y eliminar a los oponentes políticos del régimen.
En los siguientes años, si bien la violencia desmedida disminuyó, la Revolución Cultural continuó de otras maneras ya que se llevó a cabo una campaña para erradicar a los «cuatro viejos» (ideas, cultura, costumbres y hábitos antiguos) y promover los «cuatro nuevos» (ideas, cultura, costumbres y hábitos nuevos). La Revolución Cultural finalizó tras la muerte de Mao Zedong en el año 1976.
Características
La Revolución Cultural China fue una de las revoluciones más violentas de la historia que contó con una serie de características particulares.
En primer lugar, este proceso de cambio se basó en la movilización de las masas populares, especialmente de los jóvenes, para llevar a cabo los objetivos revolucionarios bajo la institución de la Guardia Roja. Esto fue así debido a que Mao Zedong consideraba que la Revolución solo podía tener éxito si la gente común estaba dispuesta a participar activamente en ella.
En cuanto a sus objetivos, la Revolución Cultural se caracterizó por la búsqueda de la eliminación de los burócratas y de los burgueses a los cuales se los consideraba como «enemigos del pueblo». Las personas atacadas fueron condenadas a la realización de labores en campos de trabajo forzado o se procedió a su ejecución. En la misma línea, con la idea de eliminar a las ideas burguesas, se prohibió la música, el cine, la literatura y la cultura tradicionales.
Por otro lado, es preciso destacar que este proceso se caracterizó por el impulso que se le dio al culto de la personalidad de Mao Zedong quien pasó a ser comprendido como un líder infalible cuyas decisiones eran siempre correctas.
Consecuencias
La Revolución Cultural China tuvo importantes consecuencias, algunas de las cuales perduran hasta la actualidad. Entre los principales corolarios podemos señalar:
• Pérdida de vidas humanas: Se estima que hasta 1,5 millones de personas murieron producto de este proceso revolucionario. Asimismo, una gran cantidad de personas fueron heridas y/o encarceladas.
• Destrucción de la cultura y la educación tradicionales: La campaña para erradicar los «cuatro viejos» tuvo un impacto devastador en la cultura y la educación de China. Muchos libros, obras de arte y patrimonio arquitectónico fueron destruidos.
• Eliminación de oponentes políticos: debido a que diversos líderes y funcionarios del Partido Comunista de China fueron detenidos, torturados y/o ejecutados, Mao logró consolidar su poder sin contar con adversarios.
• Desilusión y desconfianza hacia el gobierno: la violencia ejercida durante este período provocó que gran parte de la población perdiera la fe en el gobierno. Así, tras la muerte de Mao, el gobierno de Deng Xiaoping, aplicó medidas aperturistas a la vez que se mostró en desacuerdo con las políticas maoístas.