Se denomina responsabilidad social al compromiso que una entidad, organismo o persona tiene con la comunidad con la que interactúa. La responsabilidad social puede incluir deberes que son demandados y esperados como actividades elegidas libremente como formas de promocionar un determinado bien social. La responsabilidad social puede ser promovida desde el estado con políticas que sirvan como incentivo para que el sector privado las ponga en práctica, como por ejemplo con la reducción de impuestos.
Es importante señalar que durante toda la historia de la humanidad han existido diferentes grados de conciencia en lo que respecta a la responsabilidad social. Así, desde la antigüedad han existido distintas corrientes filosóficas que tratan de dar algún atisbo de reflexión en lo qe respecta a la temática. No obstante, es con la irrupción del cristianismo que la cuestión se introduce en el primer plano, en la medida en que es imposible lograr la salvación propia sin bogar por la salvación ajena. En efecto, desde esta visión, el prójimo deja de ser un ser absolutamente independiente de la existencia propia y se convierte en un medio y en fin en sí mismo. A medida que el cristianismo tomaba injerencia en las distintas estructuras políticas de la sociedad, esta visión fue tomando mayor vigor. En la Edad Media Santo Tomás profundiza con lucidez sobre los alcances del bien común y como la sociedad civil debe tender hacia este. Muchos podrían aducir algún desencaje entre lo discursivo y la práctica, pero lo cierto es que el reconocimiento y explicitación de estas cuestiones fueron un enorme progreso en lo que respecta en la responsabilidad que los individuos y las instituciones poseen.
En el ámbito empresario suele referirse a la responsabilidad social corporativa. Esta se relaciona con la efectividad que una empresa genera viene y servicios, crea riqueza y contribuye al bienestar general sin olvidar su objetivo de obtener rentabilidad. En esta perspectiva, las empresas van produciendo cada vez más beneficios a la vez que consumen menores recursos.
Otra forma de contribución al bienestar general a partir de entidades privadas es con el desarrollo de organizaciones no gubernamentales o fundaciones que se encarguen de problemáticas puntuales de la sociedad. En este sentido, las empresas de capitales suelen hacer contribuciones, a la vez del aporte de particulares. Estas suelen ser complementarias de gran eficiencia hasta el punto de superar las políticas que el sector público desarrolla. Es sin duda de enorme importancia su contribución.