La idea de puesto de trabajo se aplica, en principio,al espacio físico donde se realiza una actividad laboral. Sin embargo, en algunos oficios no hay un lugar concreto donde se efectúan las tareas laborales ( pensemos en un policía, un conductor o un pastor ). En consecuencia, el concepto de puesto de trabajo también se refiere a la actividad en sí misma.
Hay trabajos en los que es necesario realizarlos en un lugar concreto. Las personas que trabajan en el comercio, en la administración o en un recinto específico necesitan que estos lugares estén habilitados y en correctas condiciones para ejercer su profesión. La legislación laboral obliga a que el puesto de trabajo se encuentre en unas correctas condiciones de seguridad y de tipo higiénico. Estos aspectos son importantes, tanto para el trabajador como para el empresario.
Hay oficios donde la noción de lugar físico es irrelevante, ya que muchos oficios se realizan de manera itinerante.
En los últimos años ha habido una auténtica revolución en la valoración de lo que es un puesto de trabajo. La irrupción de las nuevas tecnologías permite que sea viable una nueva modalidad de empleo: el teletrabajo. Se trata de un planteamiento que va a más, en el cual las tareas se ejecutan mediante un ordenador fijo o portátil y, por lo tanto, es irrelevante el sitio, sino que lo único que importa es la función que se lleva a término. Esta transformación tiene efectos diversos. Pensemos en la tienda tradicional, que está perdiendo su función y poco a poco aparecen los comercios on line, en los que el consumidor realiza sus compras sin necesidad de desplazarse.
Cuando se habla del puesto de trabajo también se hace mención a una aspiración personal, al deseo de incorporarse a una profesión. Los índices de desempleo son elevados en la mayoría de países y en este sentido es un problema conseguir un empleo. Ante esta circunstancia, las personas que no trabajan intentan formarse permanentemente. De esta manera, estarán en mejores condiciones para lograr al ansiado puesto donde sea posible tener un salario y una estabilidad económica.
Décadas atrás los oficios se realizaban durante toda la vida profesional y no había cambios sustanciales. Un individuo empezaba como aprendiz e iba mejorando su cualificación hasta consollidarse en su empleo, el cual podía durar muchos años. Esta situación ya no es habitual y la idea de puesto de trabajo es inestable y cambiante.