Un microprocesador es un componente fundamental en una computadora, es aquel lugar dentro de la misma en donde se procesa la información a partir de cálculos aritméticos y lógicos. El agregado de “micro” refiere a la pequeñez que han alcanzado en la actualidad, pequeñez que antes parecía imposible. En efecto, los microprocesadores son los herederos de los procesadores de mediados del siglo XX, procesadores de gran lentitud que se basaban en tubos de vacío. Con el paso del tiempo fueron evolucionando hasta alcanzar el tamaño diminuto que muestran en la actualidad, tamaño que se contrasta con su alto poder de procesamiento.
Los elementos fundamentales que componen a una computadora son el procesador y la memoria. En la memoria se cargan las instrucciones que ingresa el usuario, instrucciones que el procesador toma y ejecuta, depositando información nuevamente en la memoria. Este esquema básico se ha utilizado en todas las computadoras que han alcanzado cierto grado de penetración en el mercado, esquema que todavía está vigente en cualquier dispositivo que requiera el procesamiento de datos. Como es de suponer, a medida que el procesador fue disminuyendo de tamaño, este número de aplicaciones aumentó considerablemente. Hoy en día es posible encontrar microprocesadores en una gran cantidad de artefactos de uso cotidiano.
Los microprocesadores están internamente formados por millones de transistores. Estos elementos funcionan como interruptores de energía eléctrica; así, tienen tres conexiones, dos para pasar la energía y una que sirve para obturar ese pasaje. En otras palabras, los transistores funcionan como resistencias y unidades de transferencia a la vez. Ahora bien, en un microprocesador, estos transistores son de un tamaño microscópico, solo posible de desarrollar gracias al gran avance tecnológico que existe hoy en día. La base de los mismos es el silicio, material en exceso abundante sobre la Tierra; con el mismo se realizan placas a las que se someten a diversos procesos, dando lugar millones de transistores. De más está decir que la complejidad del proceso es enorme.
Los microprocesadores son los responsables de que la informática sea hoy en día una parte fundamental de nuestras vidas. En efecto, gracias a los mismos es que podemos disponer de computadoras en nuestras casas y hasta en la palma de nuestra mano. Con el paso del tiempo, el tamaño de un procesador se redujo considerablemente, como asimismo su precio. Esta circunstancia también es la que ha posibilitado un notable salto de productividad en diversas actividades económicas.