Cuando en un futuro los historiadores se refieran a nuestra época muy probablemente hablarán de internet y de las TiC como elementos propios de la vida cotidiana, es decir, de la revolución tecnológica que vivimos y que afecta a todos los órdenes de la sociedad. Esta trasformación social ha tenido un impacto sobre el trabajo de muchas maneras. Una de ellas es el teletrabajo. El término teletrabajo expresa muy bien su significado, pues tele significa lejos en griego, por lo que se trata de trabajar a distancia.
La idea principal del teletrabajo es sencilla: el trabajo convencional que se hacía en un oficina ya es posible hacerlo desde el propio hogar a través de un ordenador conectado a internet.
El teletrabajo ya no es una novedad o una rareza. De hecho, se puede afirmar que es un fenómeno en expansión.
En principio, trabajar en el propio hogar y no tener que realizar una actividad en una ubicación determinada es algo positivo, aunque también acarrea una serie de posibles inconvenientes.
Aspectos positivos
– Las empresas que incorporan este sistema pueden reducir sus costes de manera significativa (por ejemplo, el gasto de alquiler de un local es reducible e incluso totalmente prescindible).
– Las empresas que recurren a esta modalidad de trabajo han calculado la eficacia de la misma, por lo que se trata de una decisión objetivamente rentable y beneficiosa globalmente.
– El trabajador que utiliza esta versión tecnológica no necesita su vehículo para desplazarse y, por lo tanto, ahorra tiempo y dinero.
– Al no utilizar la oficina tradicional, el trabajador puede compatibilizar mejor su vida familiar y laboral y, en consecuencia, optimizar mejor su tiempo.
Aspectos negativos
Cualquier avance o conquista tiene su cara negativa. Son varios los inconvenientes del trabajo a distancia:
– Se debilita la interacción humana y la comunicación directa, lo cual puede traer consecuencias.
– Es necesario que el trabajador cumpla con un nivel de autodisciplina para organizar su tiempo.
– Es difícil caer en algunas «tentaciones» (interrupciones por cuestiones familiares o intentar hacer varias cosas a la vez y distraerse del trabajo).
– Desde el punto de vista de la empresa, lo que se entiende por «cultura empresarial» puede empobrecerse. No hay que olvidar que el factor humano es importante y con el teletrabajo se diluyen los lazos personales de una empresa.
El éxito o el fracaso del teletrabajo depende de muchas variables: el sector laboral donde se aplique, el tipo de actividad, la mentalidad y la cultura de cada país, el perfil de los trabajadores, etc. El teletrabajo es una herramienta que al emplearse adecuadamente tiene una indudable utilidad, pero hay que ser conscientes de algunos posibles inconvenientes.