- 26/01/1813
- 1828-1831
- 16/07/1838
- 1842
- 1843
- 01/01/1844
- 16/01/1844
- 27/02/1844
- 28/02/1844
- 15/03/1844
- 09/1844
- 30/11/1844
- 02/1845
- 1861
- 1864
- 15/07/1876
- 25/06/1884-Post Mortem
Nació en la ciudad de Santo Domingo, en República Dominicana, en el seno de una familia con importantes recursos económicos provenientes de los negocios marítimos de su padre, en el puerto de Santo Domingo.
Fueron 11 hermanos, y dos de ellos estuvieron también muy comprometidos con la causa de la emancipación: su hermana periodista Rosa, y su hermano comerciante Vicente.
Cabe destacarse que, Duarte invirtió casi toda la fortuna familiar en su gesta patriótica y terminó su vida casi en la miseria económica.
En sus primeros años ya manifestó su interés por el estudio, la literatura y el arte.
Fue educado privadamente en materias como Filosofía, Derecho e idiomas por importantes maestros e intelectuales de aquellos años.
Realizó un largo viaje por Europa donde continuó su formación académica.
Muy inspirado por la Revolución de Julio, acaecida en 1830 en Francia, que se rebeló contra la autocracia del rey, y con la cual tuvo un contacto estrecho, decidió impulsar en su patria el mismo movimiento a su regreso.
Formó la Sociedad Trinitaria, tras su vuelta de España, con la misión de liberar la parte este de La Española, del dominio haitiano, y conformar una república.
La denominación estaba asociada al dogma de la santísima trinidad.
Una de las reglas fue que cada miembro debía reclutar a otros dos y estos no debían dar la identificación del resto.
A esta causa se sumaron también las sociedades dramática y filantrópica, que buscaban lo mismo: la independencia.
Asumió como Oficial de la Guardia Nacional Haitiana.
Formó parte de la Revolución reformadora contra el gobierno del haitiano Jean-Pierre Boyer, que había abandonado la impronta liberal por un marcado absolutismo.
Se exilió en Curazao (cerca de Venezuela) desde donde siguió los movimientos de sus aliados.
Una facción de la dirigencia denominada como los afrancesados buscaban el respaldo de Francia y firmaron un plan denominado Levasseur, que solicitó el amparo del gobierno francés para sostener la independencia.
Por otra parte, había más bandos, uno conformado por el clero y algunos funcionarios estatales que apoyaron la protección de España, y otro que avaló la inglesa.
Duarte se convenció que República Dominicana estaba en condiciones de independizarse y sostener su autonomía.
Los afrancesados difundieron este objetivo. Creían que la protección francesa resguardaría sus propiedades ante una represalia de Haití y también los favorecería comercialmente.
Lanzó el manifiesto ante el conocimiento de la intención de los afrancesados.
Se proclamó la independencia tras 22 años de dominación haitiana.
La junta central gubernativa asumió el gobierno provisional y eligió a Duarte para ocupar la presidencia, sin embargo, éste declinó el ofrecimiento y asumió la presidencia de la Primera República Tomás Bobadilla.
Duarte mantuvo enfrentamientos con el hacendado y político Pedro Santana y así es que tras la consecución del objetivo permaneció en el exilio para evitar ser capturado por las fuerzas haitianas y las pujas de poder e ideas con sus ex camaradas.
Los haitianos abandonaron la plaza y se enarboló la bandera colombiana en sustitución de la haitiana.
Regresó a Santo Domingo ante el pedido de la Junta Gubernativa.
Fue recibido con expresiones del tipo “Salve, padre de la patria”, pues así se lo consideró.
Se lo designó general del ejército y vocal de la junta central a cargo del gobierno.
La ciudad atravesó un momento crítico, especialmente porque los rumores que más se difundieron fueron que la victoria de los blancos devolvería a la población negra a la esclavitud.
Tomás Bobadilla les llevó tranquilidad y les aseguró que sus libertadas no estaban en peligro.
Antes y después de la declaración de la Independencia se pensó en solicitar un protectorado a algún país extranjero, Francia, España 0 Inglaterra, porque no se confiaba en la posibilidad de sostener la independencia ante las pujas internas que se vislumbraban.
Fue perseguido, encarcelado por traidor a la patria, vaya paradoja e injusticia, y enviado al exilio por el gobierno de Pedro Santana, quien lo apreció como una amenaza a su poder. Para evitar una guerra civil y más dolor a su pueblo decidió aceptar el exilio en Hamburgo, Alemania.
Se instaló en La Guaira, Venezuela donde pasó el resto de su vida. Allí se encontró con parte de su familia que fue desterrada también.
Sufrió un duro golpe al enterarse del fusilamiento de María Trinidad Sánchez, una compañera de lucha. Se asentó en la selva de Venezuela y nunca más tomó contacto con la política de su país.
Escribió el libro La cartera del proscripto.
Se reintegró República Dominicana a España por decisión de Santana, ante serias revueltas y enfrentamientos internos.
Asumió una misión diplomática para sumar voluntades a la causa separatista.
Una vez consumada la autonomía, le ofrecieron una pensión de honor que jamás le entregaron. También le pidieron que regrese al país, pero prefirió quedarse en Venezuela.
Falleció en Caracas, Venezuela, en la más absoluta pobreza.
Su obra literaria fue publicada tras su fallecimiento.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que se reconociese su aporte político y militar y se reconociese su legado.
El excesivo culto al caudillismo que surgió tras la independencia lo relegó y alejó del poder y por supuesto su genio y figura fueron ocultados de las luces.