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Definición de Intestino Delgado importancia, y partes

Tatiana Bengochea
Lic. en Ciencias Biológicas

El intestino delgado es el tramo del sistema digestivo de mayor longitud, que va desde la salida del estómago hasta el intestino grueso. Se especializa en la digestión y absorción de los nutrientes que ingerimos con la alimentación, y se ubica enrollado en la cavidad abdominal del organismo.

Importancia del intestino delgado

La función principal del intestino delgado es la absorción de nutrientes, y también contribuye a la digestión de los alimentos. En particular, se completa la digestión de los carbohidratos y de las proteínas (que comenzó en la boca y en el estómago, respectivamente), y comienza la digestión de las grasas.

El quimo, sustancia de consistencia líquida formada por la mezcla entre el bolo alimenticio y el jugo gástrico en el estómago, pasa paulatinamente al duodeno, la porción inicial del intestino delgado. En el duodeno se vierte jugo pancreático (que se forma en el páncreas), y bilis (que se forma en el hígado). Además, glándulas situadas en las paredes del duodeno secretan jugo intestinal. Todas estas sustancias contribuyen a la degradación de los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos que ingresaron con la ingesta de alimentos, transformándolas en moléculas de menor tamaño, como la glucosa, los aminoácidos, el glicerol, y los ácidos grasos.

Estas moléculas, junto con otras moléculas pequeñas como el agua, y variedad de vitaminas y minerales, van avanzando por el intestino, donde completan su digestión y son absorbidas. Esto quiere decir que pasan a la sangre del sistema circulatorio y a la linfa del sistema linfático, atravesando las células que forman las paredes del intestino delgado. Este fenómeno se produce a través de un mecanismo de difusión, en el que las sustancias pasan desde una región en donde están más concentradas (desde la luz del intestino delgado), hacia una región de menor concentración (hacia el interior de las células intestinales y luego hacia la sangre o la linfa).

Partes del intestino delgado

El intestino delgado es un tubo hueco con un diámetro de alrededor de 2,5 centímetros y una longitud de aproximadamente 6 metros, que se extiende desde la salida del estómago hasta el inicio del intestino grueso. En su superficie interna presenta pliegues circulares y miles de prolongaciones con forma de dedos denominadas vellosidades intestinales. Estos pliegues y prolongaciones aumentan la superficie de absorción del intestino delgado, que se estima puede alcanzar los 300 metros cuadrados. El pasaje de sustancias desde la luz del intestino hacia la sangre puede darse porque dentro de cada prolongación se encuentran capilares sanguíneos y linfáticos que reciben las sustancias absorbidas y las transportan por todo el organismo (la linfa recibe particularmente grasas).

El intestino delgado se puede subdividir en tres regiones:

– El duodeno: Es la porción inicial del intestino delgado, que comienza en la salida del estómago (el píloro). Tiene alrededor de 25 centímetros de longitud. Como mencionamos en el apartado anterior, es en donde se vierten sustancias que contribuyen a la digestión, provenientes de glándulas anexas como el páncreas y el hígado.

– El yeyuno: Es la porción central del intestino. Tiene alrededor de 2,5 metros de longitud.

– El íleon: Es la porción final del intestino delgado con alrededor de 3,5 metros de largo. Desemboca en el intestino grueso.

El yeyuno y el íleon se diferencian entre sí de forma difusa por la cantidad de pliegues y prolongaciones que poseen, que van cambiando gradualmente. En estas porciones es en donde se produce la absorción de nutrientes.

Las paredes del intestino delgado están formadas por tres capas. La más externa se compone de tejido conjuntivo que forma el peritoneo. Por su parte, la intermedia la forman dos capas de musculatura circular y longitudinal que producen movimientos peristálticos que ayudan al desplazamiento de los alimentos por toda la extensión del intestino.

Por último, la capa más interna, que recubre la luz intestinal, está formada por células especializadas que forman el epitelio intestinal, entre las que podemos destacar a los enterocitos. Éstos son células absortivas que presentan una morfología y orientación particular: hacia la luz del intestino (zona apical) presentan unas prolongaciones denominadas microvellosidades que aumentan aún más la superficie de absorción del intestino delgado.

Hacia su región basal, los enterocitos se apoyan sobre una lámina basal y se encuentran muy próximos a los capilares sanguíneos y linfáticos que reciben los productos de la digestión que los atraviesan.

Además, las células del epitelio intestinal se encuentran unidas entre sí a través de uniones estrechas, que no permiten el pasaje de sustancias entre las células, sino únicamente a través de ellas por diferentes mecanismos de transporte, que dependen del tipo de sustancia. Esto permite que la absorción sea selectiva, y protege al organismo frente al ingreso de microorganismos patógenos.


Autora

Escrito por Tatiana Bengochea para la Edición #114 de Enciclopedia Asigna, en 08/2022. Tatiana es Lic. en Ciencias Biológicas y Prof. en Biología. Graduada en la UBA, Arg.