La comunidad de países en los que el idioma francés forma parte de la comunicación cotidiana es conocida como la fracofonía, un término que lógicamente viene del francés, concretamente de la palabra francophonie. La cuestión del idioma es el factor determinante en relación con este concepto, pero no el único, pues la cultura y los valores democráticos de Francia también se integran en este concepto.
Datos de interés relacionados con el idioma y la cultura francesa
El idioma francés es hablado por casi 300 millones de personas en todo el mundo, de los cuales más de 200 lo hablan cotidianamente. Hay que tener en cuenta que Francia fue un imperio colonial durante siglos y debido a esta circunstancia el francés se expandió por todo el mundo. En el ranking de lenguas más habladas el francés ocupa la novena posición.
La lengua francesa tiene un carácter oficial en la mayoría de instituciones supranacionales, como la ONU, la UNESCO, la Cruz Roja o el Comité Olímpico Internacional.
El francés es una de las lenguas más estudiadas internacionalmente. En este sentido, la Alliance Française es la institución académica que promueve la lengua y la cultura en todas las latitudes.
La Organización Internacional de la Francofonía (OIF) cumple con varias funciones: la promoción de los derechos humanos y los valores democráticos, así como la difusión del conocimiento y el intercambio cultural entre todas las naciones integradas en la francofonía.
Las universidades de Francia gozan de un gran prestigio y los estudiantes extranjeros tienen acceso a becas internacionales promovidas por el gobierno de la nación.
La cultura francesa tiene un papel protagonista en el contexto mundial, especialmente en ámbitos como la gastronomía, la literatura, la filosofía o la moda
Si tomamos como referencia el idioma español, son muchos los términos y expresiones que provienen del francés, como boulevard, cabaret, canapé, croquis, gourmet, souvenir o voyeur.
Durante los siglos XVIII y XIX en España la sociedad se dividía políticamente en dos bandos: castizos y afrancesados. Los primeros eran aquellos que defendían los ideales absolutistas promovidos por la monarquía española, mientras que los segundos consideraban que España debía incorporar los ideales de la Ilustración francesa y el espíritu republicano de la nación vecina.
Valores asociados a la francofonía
En 1789 la Revolución Francesa fue un episodio determinante para Francia y para la humanidad en su conjunto. Tras el proceso revolucionario en Francia las monarquías absolutas fueron perdiendo su hegemonía en toda Europa.
Asimismo, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 supuso un hito histórico para expandir los ideales de libertad e igualdad entre los seres humanos (ya en el primer artículo de la Declaración se afirma que los hombres nacen libres e iguales en derechos).