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Definición de División de Poderes historia, y funciones

Mercedes Roch
Lic. en Historia

La división de poderes es un principio propio de los sistemas democráticos por el cual la autoridad gubernamental se separa en tres fuerzas, cada una con funciones y responsabilidades particulares: legislativo, ejecutivo y judicial. Este principio fue diseñado para prevenir la concentración excesiva de autoridad y para garantizar un equilibrio en la toma de decisiones políticas, cuyo origen se remonta a la Antigua Roma, evolucionando hasta convertirse en un pilar fundamental en la estructura de muchos sistemas políticos de la actualidad.

Historia

divisiondepoderesLos primeros pasos en dirección a la división de poderes se dieron en la Antigüedad clásica, principalmente en la República Romana. Si bien no se la conoció con ese nombre, en dicho período se estableció un sistema de gobierno por el cual se dividió la autoridad en un poder ejecutivo, a cargo de dos cónsules, un poder legislativo regido por el Senado, y un poder judicial llevado adelante por magistrados independientes llamados pretores.

Sin embargo, con la fragmentación política propia de la Edad Media, la división de poderes entró en una pausa hasta el siglo XVIII, momento en que la Ilustración creó un escenario propicio para estructurar las ideas respecto de la necesidad de limitar al poder real. En ese contexto, destacó el aporte del pensador francés Charles de Secondat, barón de Montesquieu quien, en su obra «El espíritu de las leyes» (1748), expuso la necesidad de dividir el poder en tres ramas fundamentales para evitar los abusos de autoridad y proteger los derechos de los ciudadanos.

Rápidamente, estas novedosas ideas se extendieron por el mundo. Así, la primera vez que se aplicaron los principios establecidos por Montesquieu fue en la Constitución de Estados Unidos sancionada en el año 1787. Unos años más tarde, la Revolución Francesa terminó de consolidar este principio en su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. A partir de ese momento, la división de poderes se fue difundiendo y consolidando hasta convertirse en el sistema más adoptado a nivel global. En la actualidad, la mayoría de los países democráticos cuentan con sistemas políticos que, aunque conservan sus características particulares, siempre poseen algún grado de separación de poderes.

Funciones de cada poder

La división de poderes es un principio político que busca garantizar el pleno ejercicio de la democracia. El mismo cuenta con una serie de características particulares. En primer lugar, a partir de su aplicación, el poder se divide en tres ramas fundamentales:

• Poder legislativo: es el encargado de crear las leyes que beneficien a la sociedad. Normalmente este poder es ejercido por un parlamento cuyos miembros son elegidos de forma democrática por el pueblo.

• Poder ejecutivo: su función está asociada a la implementación de las leyes. Este poder es ejercido por un presidente o primer ministro cuyas funciones abarcan desde la gestión cotidiana del país hasta la ejecución de políticas públicas a largo plazo.

• Poder judicial: se encarga de interpretar y garantizar el efectivo cumplimiento de las leyes de forma justa e imparcial. Además, este poder tiene por función la resolución de disputas legales, la administración de la justicia y la protección de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos. El mismo es ejercido por jueces que acceden a sus cargos por medio de concursos públicos.

En un sistema de división de poderes, las tres ramas mencionadas trabajan de forma independiente entre sí, es decir que ninguna de ellas puede ejercer un control directo sobre las otras dos, ni sobrepasarlas en la toma de decisiones. En otras palabras, las funciones específicas de cada uno de los poderes no pueden ser interferidas. Asimismo, este principio establece un sistema de controles mutuos por el cual cada rama debe supervisar las acciones de las otras. Por ejemplo, el poder ejecutivo puede vetar leyes si lo considera, aunque el poder legislativo tiene la capacidad de anular dicho veto si la mayoría del parlamento está de acuerdo.

Respecto de los objetivos de este sistema, por un lado, al distribuir el poder entre distintas instituciones se busca evitar los abusos de autoridad y mantener el equilibrio en la toma de decisiones; por otro lado, la división de poderes tiene como función la protección de los derechos de los ciudadanos en base a lo establecido en la Constitución de cada país.

Referencias bibliográficas

Montesquieu, C. (1984). “Del espíritu de las leyes”. Buenos Aires: Heliasta.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #127 de Enciclopedia Asigna, en 08/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).