Se denomina diversidad cultural a una situación en donde distintas expresiones culturales propias de herencias y tradiciones distintas pueden convivir armónicamente, cada una realizando un aporte distinto. En general, en el pasado, las civilizaciones mantuvieron una cultura aislada del resto de comunidades; esto significa que a pesar de interactuar unas con otras y enriquecerse, la diversidad se mantenía de un modo distante, con cada grupo intentando mantener su identidad propia. En la actualidad, no obstante, y como consecuencia de ciertos procesos históricos, sociales y tecnológicos, la diversidad cultural se haya orientado a un proceso de eliminación de diferencias paulatina. Así, en la actualidad puede percibirse como a partir de distintas culturas y pasados surge una suerte de cultura común global, que reúne en una suerte de amalgama a distintas variantes culturales.
En el pasado, como queda referido, existía una diversidad cultural que suponía un conjunto de tradiciones, expresiones artísticas y religiosas que hacían de un pueblo una identidad fácilmente identificable. No obstante, dentro de determinados límites pudo observarse en algunas circunstancias que se dio un proceso de incorporación de distintos elementos propios de diversas culturas a un espacio común. Así, puede decirse que estas civilizaciones integraron en buena medida esta diversidad cultural en su interior y les concedieron un tratamiento acorde al que recibiría en su pueblo originario. Es un claro ejemplo de esta situación lo acaecido con el Imperio Romano. En efecto, como consecuencia de su frecuente contacto con otras civilizaciones, algunas de las cuales ostentaba avances superiores en determinadas áreas, Roma comenzó a integrar en su interior elementos propios de culturas distintas. Un claro ejemplo de esta situación es su politeísmo, que incorporaba dioses de otros pueblos, con mayoría proveniente de Grecia. En el amito artístico experimentaron una situación parecida, porque utilizaron las mismas técnicas desarrolladas por otros pueblos.
En la actualidad, existe una diversidad cultural integrada como consecuencia de la globalización. En efecto, el desarrollo tecnológico que derivó en un acortamiento de las distancias gracias a medios de transporte más eficientes y a telecomunicaciones mucho más desarrolladas ha posibilitado que la diversidad cultural se ponga en evidencia y derive en una situación parecida a la observada en Roma, con la diferencia a que es un proceso no dirigido por ningún grupo en particular. En efecto, es fácilmente observable como esta diversidad que muestra distintas variante alejadas culturalmente va desarrollando paulatinamente una cultura común que sin lugar a dudas se acentuará con el paso de tiempo.