La bioestadística es la disciplina que se enfoca en aplicar a las ciencias de la vida, como por ejemplo la biología, la genética o la medicina, aquellos procedimientos propios de la estadística tradicional. Podemos decir desde esta perspectiva que este tipo de conocimiento es una mera aplicación práctica de aquellos postulados ya conocidos de recolección de datos e inferencia futura que con ellos se hace. La bioestadística tiene en este contexto una estrecha ligazón además con el denominado método científico, conjunto de procedimientos que se realizan con el fin de asegurarse un aumento o perfección del conocimiento de modo sistemático y coherente.
Como es sabido, la estadística es una ciencia que se orienta a la recolección y análisis de datos de modo eficiente a efectos de obtener resultados significativos, interpretaciones de los mismos que puedan brindar explicaciones verosímiles y fundamentadas. Es de enorme importancia a la hora de definir planes de acción, de tomar decisiones y tener un panorama claro del contexto en el que se opera. Su origen debe rastrearse hasta el siglo XVII, circunstancia que evidencia un derrotero lo suficientemente largo como para garantizar un desarrollo significativo. En la actualidad se encuentra aplicada en muchos rubros, como este que nos compete, pero también finanzas, sociología, etc. Con el desarrollo de la informática, su aplicación se ha realizado de una manera más eficaz y sencilla; en efecto, en la actualidad el poder de cómputo para cálculos complejos y para análisis de datos se ha multiplicado exponencialmente, circunstancia que es enormemente favorable para esta ciencia.
Cuando esta disciplina se combina con las ciencias de la vida, se logra una colección sistematizada de datos, un ordenamiento y finalmente una interpretación de los mismos que son útiles a la hora de elaborar o contrastar diversas hipótesis de trabajo. En este sentido, la bioestadística tiene como fin último transformar la realidad partiendo de los datos que la misma suministra para elaborar un campo de acción en función de un diagnóstico o modelo inferido.
Algunos ejemplos de aplicaciones concretos para la bioestadística pueden ser: pruebas de fármacos para el combate de una enfermedad específica; formas en las que una determinada enfermedad se propaga, considerando características de individuos afectados y sus condiciones ambientales; consideración de relaciones entre muertes y nacimientos con el aumento poblacional o con condiciones etarias; evaluación de resultados de una política de sanidad a lo largo del tiempo. Como podemos ver, las aplicaciones de la estadística en aquellas ciencias que tienen como fundamento la vida pueden ser en extremo numerosas y útiles porque ofrecen un conjunto de procedimientos estandarizados para el tratamiento de la información.