La definición de isla es bastante sencilla: es un territorio rodeado de agua en su totalidad. Esta es la característica que comparten todas las islas del planeta, independientemente de su tamaño y de otras peculiaridades. Al margen de este rasgo compartido, las diferencias que presentan son significativas. De hecho, existen islas continentales (conectadas con una plataforma que las vincula con el continente), de tipo volcánico o incluso fluvial (es lo que sucede en algunos ríos como el Amazonas).
Cuando varias islas forman un conjunto se denomina archipiélago, los cuales pueden estar formados por un número reducido de islas o por miles de ellas. Cuando el tamaño de la isla es especialmente reducido recibe otra denominación, islote.
La persona que ha nacido en una de ellas es un isleño y hay quienes consideran que existe una personalidad singular del isleño motivada por el aislamiento geográfico. En este sentido, cuando una persona está separada de los demás, se dice que vive aislada, es decir, hay un símil entre la situación personal de soledad y la situación geográfica de una isla.
Singularidades y curiosidades
Como norma general, la mayoría de islas forman una entidad política autónoma o independiente. Sin embargo, hay casos en los que esta tendencia se incumple. De hecho, en una isla existen dos o más naciones independientes en algunos casos: en Santo Domingo se encuentra la República Dominicana y Haití, en Borneo hay tres naciones (Indonesia, Malaysia y Brunei) y Chipre tiene dos soberanías, la griega y la turca.
Desde un punto de vista científico, las islas tienen unas características singulares, ya que en ellas existen especies endémicas. Las Islas Galápagos son un ejemplo paradigmático. En ellas el naturalista Charles Darwin recopiló una amplia información que fue crucial para desarrollar su visión sobre el origen de las especies y su teoría de la evolución.
Su ubicación geográfica ha sido clave para que sean utilizadas como prisiones (la isla del Diablo, Alcatraz, la isla Bastoy en Noruega o la isla Robben en Sudáfrica). También se han planteado como leproserías o lazaretos (como la isla de San Simón en la ría de Vigo en Galicia o la isla Culión en Filipinas), como paraísos fiscales o como lugar de asentamiento de órdenes religiosas.
Entre las historias que se podrían recordar, llama la atención la de la isla de Cabrera del archipiélago de las Baleares. En la actualidad es un parque natural de gran valor ecológico, pero hace 200 años fue utilizada como lugar de cautiverio para miles de soldados franceses que fueron capturados por los españoles durante la guerra de la Independencia.