La arquitectura gótica es un estilo artístico que se desarrolló en Europa y abarcó desde el siglo Xll hasta el XV. Como corriente artística debe ubicarse en un un periodo entre la Edad Media y el principio del Renacimiento, etapa que podría sintetizarse con las siguientes coordenadas: una sociedad y una economía feudal, intensas guerras religiosas (las Cruzadas), con un crecimiento de las ciudades, la irrupción de la burguesía como nueva clase social y un sentimiento profundo de religiosidad en la población.
En este contexto histórico, es lógico que la edificación más característica de la arquitectura gótica sea la catedral, que es todo un símbolo del poder de la Iglesia, por lo que es una edificación de gran tamaño y majestuosidad. Estas construcciones góticas destacan por sus arcos apuntados (llamados ojivales), que se utilizan como estructura ornamental para albergar iconografías de tipo religioso. Se emplean también bóvedas (por ejemplo las de crucería o la cuatripartita) para conseguir una mayor altura y así comunicar la grandiosidad de Dios en contraste con el ser humano. Los arbotantes se utilizaban para soportar el peso de la estructura. Como elementos decorativos se incorporan esculturas diversas (por ejemplo, las gárgolas), pero también vidrieras y rosetones.
Los conceptos arquitectónicos esenciales del gótico son la luminosidad y la elevación, ambas ideas al servicio de la espiritualidad. En este sentido, hay que tener en cuenta que hay un debate filosófico-religioso entre la razón y la fe y la arquitectura gótica representa el triunfo y el predominio de la fe. Lo material de la existencia debe estar supeditado a lo espiritual y esta valoración ya está presente en la primera construcción gótica, la catedral de Saint Denis, erigida en Paris a mediados del siglo Xll. La catedral gótica pretende comunicar a los creyentes que la otra vida es el verdadero fin de la existencia humana.
Si bien hay unas características generales en la arquitectura gótica, cada nación tiene sus peculiaridades. Francia es la cuna de este estilo arquitectónico, siendo la catedral de Chartres y la de Paris los exponentes más relevantes. En España, las catedrales de León, Burgos, Gerona o Ávila son igualmente ejemplos notables. En Inglaterra, el gótico no tiene un exclusivo carácter religioso, sino que también se edifican construcciones civiles (por ejemplo, la Torre de Londres). El gótico italiano expresa una grandiosidad menos ostentosa, porque es un arte promovido por órdenes religiosas que predican la pobreza (singularmente los franciscanos).