Muchas expresiones latinas se utilizan en el lenguaje corriente y Vox populi es una de las más conocidas. Literalmente significa voz del pueblo. Se emplea para señalar que algo es conocido por la mayoría de la gente. Así, si digo «es vox populi que hay un problema con la vivienda en España» estoy diciendo que la mayoría de españoles son conscientes de la situación conflictiva relacionada con la vivienda. Con este tipo de afirmación se está indicando que es imposible desconocer algo, pues todo el mundo lo sabe.
El uso de esta expresión también puede ser una estrategia para la comunicación
Imaginemos que tenemos una opinión sobre algo y queremos transmitir a nuestro interlocutor la importancia de nuestra opinión. Si afirmamos que dicha opinión personal es vox populi estaremos diciendo que todo el mundo piensa lo mismo que nosotros y, por lo tanto, quien nos escuche puede pensar que tenemos toda la razón.
Analizamos el origen
En realidad la expresión vox populi es una parte de una expresión más amplia, concretamente «vox populi, vox Dei». No se sabe con certeza su origen exacto, pero sí aparece en diversos textos medievales. Con ella se expresaba una idea muy concreta: la creencia generalizada de que la opinión de la mayoría, la vox populi, coincide con la auténtica voluntad de Dios o Vox Dei. En otras palabras, la voluntad del pueblo y la voluntad de Dios son coincidentes.
Como es lógico, esta visión de la realidad tiene una consecuencia evidente: si la mayoría de personas comparten unas creencias y éstas tiene relación con Dios, esto implica que no es prudente oponerse a ello.
Otra posible interpretación es la siguiente: el pueblo es por naturaleza ignorante y su opinión tiene escaso valor. De esta manera, la expresión tiene un sentido positivo o negativo dependiendo del contexto del lenguaje en el que se utilice y de la intención del hablante.
En cualquier caso «Vox populi, vox Dei» es un proverbio popular extendido por todo el mundo católico. Con el paso del tiempo, la expresión completa se simplificó y quedó el vox populi que utilizamos.
Las expresiones latinas que empleamos nos recuerdan que el latín no es una lengua muerta, pues seguimos usándola en la vida cotidiana
De alguna manera seguimos hablando en latín. Así, nuestro mejor amigo es nuestro alter ego, enviamos un curriculum vitae cuando buscamos trabajo o hacemos algo de motu propio al actuar por propia iniciativa. Si tomamos como referencia el lenguaje jurídico actual, son numerosas las locuciones latinas que se emplean: de facto, de iure, flagrante delicto, habeas corpus o modus operandi.
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