La tundra es un bioma típico del hemisferio norte, caracterizado por una vegetación escasa, principalmente consistente en musgos. Se desarrolla de modo cercano al polo y se sospecha de que es uno de los biomas más jóvenes del mundo. Esta circunstancia se debe fundamentalmente al frio que acompaña a dicho bioma, circunstancia que genera que el suelo esté congelado por un tiempo relativamente largo del año. Los animales están especialmente adaptados a estas bajas temperaturas, provistos de pieles y grasa abundante. Dado lo expuesto, puede colegirse fácilmente que la diversidad biológica es pobre y en general la misma se mantiene fundamentalmente en los veranos, cuando las temperaturas son más soportables y numerosas especies inmigran.
Además del frio, la tundra se caracteriza por mostrar bajas precipitaciones. No obstante, el suelo se mantiene húmedo porque la evaporación también lo es. Así, es posible para el agua mantenerse congelada por largos períodos de tiempo. Dada la cercanía a los polos, los momentos de luz se ven acotados enormemente en invierno. Todos estos elementos hacen que el desarrollo de la vida tenga muchas limitaciones. En efecto, es visible como la vegetación disminuye a medida que la cercanía a los polos es mayor, con cada vez menos arbustos y de menor tamaño. En cuanto al desarrollo de la actividad humana, también es limitada debido a la escasez de recursos.
Como hemos visto, las plantas tienden a ser bajas; los árboles son completamente inexistentes. Este tipo de circunstancia debe entenderse como una adaptación al medio, en particular para protegerse de los vientos secos y fríos. Los animales también manifiesta esta adaptación con los consabidos pelajes, pero también con la capacidad de desplazarse por mucho tiempo volando en el caso de las aves, en la medida en que huyen cuando la temporada de verano se extingue. En cualquier caso, la diferencia para sobrevivir en este ambiente es la forma en que se lidia con temperaturas extremas.
A pesar de todo lo dicho, de la escasez vegetal y animal, lo cierto es que en verano este bioma muestra un colorido llamativo. En efecto, en esta época es posible ver mayor diversidad en especies tanto en flora como en fauna. En general, el suelo suele cubrirse de pequeñas flores que forman una suerte de mullida alfombra de múltiples matices. El calor en este momento es prácticamente inexistente, circunstancia que hace que algunos se opongan a llamarlo verano, pero la temperatura es la suficiente para dar un tipo de escenario completamente distinto.