La palabra ambiente está muy presente en cualquier conversación cotidiana. Este protagonismo del término es absolutamente lógico, ya que desde un planteamiento biológico el ambiente es el aire (la atmósfera) en la cual se desarrolla la vid y si no hubiera atmósfera no habría vida. El sentido biológico del término es esencial y nos ofrece una pauta de su relevancia en su uso corriente, aunque no es el más habitual a la hora de comunicarnos. De hecho, el concepto de ambiente tiene relación con todo aquello que puede envolver a las personas.
Se dice que en un lugar hay un buen ambiente cuando el conjunto de relaciones sociales que se manifiestan son agradables y placenteras. Es frecuente utilizar el término clima o atmósfera como sinónimo de ambiente, ya que las tres palabras expresan el mismo concepto, es decir, algo que rodea o envuelve a un conjunto de personas. En este sentido, en nuestra lengua se afirma que en un sitio se respira buen o mal ambiente en función de la sensación psicológica que tengamos cuando nos encontramos en un lugar determinado.
Hay un planteamiento teórico en relación con este término, el estudio del medioambiente. La ecología es la ciencia que se ocupa de describir los fenómenos y los procesos que se desarrollan en los diversos medios (el medio ambiente terrestre y el marítimo son los dos conceptos más comunes). El ambiente concebido como ciencia implica el conocimiento de los ecosistemas, de las redes tróficas o de los peligros que amenazan algunas zonas del planeta.
Desde una perspectiva individual, cada uno de nosotros se relaciona con los demás en diferentes planos y cada uno de ellos tiene un ambiente determinado. Vivimos en un ambiente familiar, pero también laboral, vecinal o social. Unos pueden resultarnos gratificantes y otros provocarnos una sensación contraria. En cualquier caso, un ambiente nos condiciona nuestra actitud y estado de ánimo.
En el ámbito empresarial cada vez se otorga más importancia a la influencia del ambiente laboral. Está demostrado que un clima satisfactorio en las relaciones de trabajo se traduce en un rendimiento mayor y, en consecuencia, se intentan crear sistemas para favorecer una armonía entre las personas que forman parte de una entidad.
Hay otros matices interesantes vinculados con el concepto que aquí analizamos. Cuando queremos cambiar de hábitos decimos que necesitamos un cambio de ambiente. Si en un mismo lugar hay más de un estilo, se afirma que hay varios ambientes. Por último, si vamos de paseo y hay mucha gente y animación en la calle probablemente diremos que había buen ambiente.