Popularmente conocida como Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina fue un grupo paraestatal representante de la derecha peronista que llevo a cabo la represión ilegal entre los años 1973 y 1976. Este grupo cometió crímenes como la tortura, el asesinato y la desaparición hacia personas asociadas a las organizaciones armadas de izquierda. En ese sentido, podemos decir que se trató de un antecedente directo de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
Es de destacar que la Triple A tuvo un vínculo muy cercano con el tercer gobierno peronista ya que su organización estuvo liderada por José López Rega, máximo funcionario del Ministerio del Interior, espacio público del cual se obtenían los fondos para financiar los atentados y en donde, muchas veces, se torturaba a los detenidos de forma clandestina.
Contexto histórico
Durante los años sesenta tomaron protagonismo en Argentina, y en gran parte de Latinoamérica, las organizaciones guerrilleras de izquierda que buscaban generar un cambio en la estructura social y económica del país siguiendo la estrategia armada. En cuanto a su ideología, principalmente existieron agrupaciones de orientación trostkista, como el PRT-ERP, y agrupaciones seguidoras del peronismo, tales como Montoneros y FAR. Si bien los peronistas ortodoxos de derecha no concordaban con ningún tipo de organización guerrillera, vieron con malos ojos fundamentalmente a esta ala revolucionaria del peronismo.
Para el año 1973, durante su breve mandato, el presidente Héctor Cámpora nombró al peronista de derecha, José López Rega, como Ministro de Bienestar Social. Así, reivindicando su peso político en el Ministerio, López Rega comenzó a organizar un grupo parapolicial que se dio el objetivo de reprimir a la llamada “subversión”. Este grupo luego se conocería como Triple A: Alianza Anticomunista Argentina.
Se entiende como antecedente directo del surgimiento de la misma a los sucesos conocidos como Masacre de Ezeiza, momento histórico en que los grupos peronistas de izquierda fueron atacados por el ala derechista en el retorno de Perón desde el exilio. No obstante, la primera acción que se adjudicó la Triple A reconociéndose a sí misma ese nombre, fue el asesinato del diputado Rodolfo Ortega Peña el 31 de julio de 1974, es decir, casi un mes después del fallecimiento de Perón. A partir de ese momento, su accionar represivo fue en aumento y la Triple A definitivamente se consolidó como el grupo paraestatal que asumió la represión durante el tercer peronismo.
El accionar de la Triple A
La Triple A se organizó en un sistema de “células” que acudían a la represión de forma clandestina sobre quienes eran considerados “subversivos”. Se entiende que las mismas operaban en todo el país y que la organización se encontraba dirigida a nivel nacional por el Ministro José López Rega, el comisario de la Policía Federal Alberto Villar, el expolicía Rodolfo Almirón y el suboficial Miguel Ángel Rovira
Si bien la actuación de la organización variaba según el objetivo del atentado o la célula que se encargaría de la planificación y ejecución del mismo, todas sus acciones se caracterizaron por el trato inhumano hacia las víctimas junto con la necesidad de generar miedo en la sociedad, lo cual se puede observar en la elaboración de “listas negras”, la eliminación de familias enteras o el abandono de cadáveres en lugares públicos, entre otros.
Una acción recurrente de la Triple A consistía en detener a militantes de izquierda, ya sea en sus hogares o en la vía pública, para luego torturarlos y/o asesinarlos. Es de destacar que al momento de la detención, quienes lo hacían mostraban credenciales de policía, estuvieran uniformados o no. Otras acciones recurrentes de la Triple A consistían en los atentados con explosivos o los ataques con ráfagas de balas. En ocasiones, como fue mencionado, los detenidos eran trasladados al Ministerio de Bienestar Social donde eran torturados.
Desde su surgimiento en el año 1973, la violencia de las acciones de la Triple A fue en aumento al punto que, durante el mandato de María Estela Martínez de Perón (1974-1976), se llevaron a cabo, además de las acciones mencionadas, secuestros, violaciones de mujeres y voladuras de las víctimas como explosivos. Ello fue posible gracias al apoyo que le brindó el gobierno, lo cual favoreció el establecimiento de una red de operaciones y colaboraciones en todo el país.
El accionar de la Triple A, sin embargo, desapareció con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ya que, en ese momento, las Fuerzas Armadas se dieron la tarea de eliminar a la subversión. En adelante, los delitos de lesa humanidad cometidos sobre la población argentina fueron llevados a cabo por lo militares.
Referencias bibliográficas
Robertini, Camillo. (2020) “Nosotros éramos el tercer mundo y teníamos que imponer ese ideal justicialista”. Violencia política y nacionalismo en la biografía de un obrero peronista. Sémata: Ciencias Sociais e Humanidades.López de la Torre, Carlos Fernando (2020), “La Alianza Anticomunista Argentina. Análisis de su trayectoria y articulaciones represivas”, Estudios Sociales del Estado, ISSN-e 2422-7803, Vol. 6, Nº. 12, págs. 155-193