Un trabalenguas es una composición literaria breve que se caracteriza por ser difícil de pronunciar y, por ello, “trabar las lenguas” de quienes intenten decirlo y repetirlo. A pesar de ser un texto común, se le puede considerar como uno de gran tradición oral y, por lo tanto, de un origen antiguo; también se pueden analizar los recursos literarios y lingüísticos que se emplean para su elaboración y, además, se puede hablar de su importancia pedagógica.
Si bien en el pasado, y aún en el presente, los trabalenguas se utilizaban como una mera forma de entretenimiento, en la actualidad se han investigado sus muchos beneficios más allá de la diversión. El principal de ellos tiene que ver con la práctica y mejora de la dicción. Debido a la dificultad que presentan estos juegos de palabras, los educandos pronuncian de manera más consciente las palabras y son capaces de discriminar los diferentes sonidos emitidos por su aparato fonador y, por tanto, diferenciar significados y significantes de palabras similares.
Ejemplos clásicos de trabalenguas son:
– “Pablito clavó un clavito en la calva de un calvito; en la calva de un calvito, un clavito clavó Pablito.”
– “Pepe Pecas pica papas con un pico, con un pico pica papas Pepe Pecas.”
Manejo de recursos literarios
En un estudio dedicado a algunos trabalenguas de la Ciudad de México, Tania Pratt resalta tres recursos estilísticos que retomaremos aquí por su práctica aplicación a este tipo de textos.
Aliteración: la aliteración es un tipo de recurso estilístico que consiste en la repetición de sonidos o fonemas dentro una palabra o de un verso. Es utilizado en la literatura para producir una sonoridad agradable al lector. En los trabalenguas, este recurso es constantemente utilizado al repetir conjuntos de sonidos al inicio de varias palabras o de los versos:
“Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal en tres tristes trastos; en tres tristes trastos tragaban trigo tres tristes tigres.”
En el ejemplo anterior, el conjunto de sonidos que se repiten contantemente son los correspondientes a las sílabas trabadas “tra”, “tre” y “tri”. En oposición, la palabra “tigres” provoca confusión en quien lee o repite el trabalenguas debido a que, al repetir los sonidos “tr” naturalmente dirá “trigres”.
Reiteración: la reiteración es otro tipo de recurso estilístico que consiste en la repetición de palabras iguales o similares o incluso, la repetición de un solo fragmento de las mismas. Un ejemplo de lo anterior sería el siguiente trabalenguas:
“Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas; porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.”
Como puedes notar, se repiten palabras similares a “cuentos” como cuenta, cuentas, cuentes, cuántos, cuando. Nuevamente, este recurso es utilizado con el fin de trabar la lengua de quien lo lea.
-Neologismos: este concepto proviene de la lingüística, pero también se utiliza en la literatura y se refiere al hecho de tomar una palabra para convertirla en otra que no existía de forma aceptada en la normativa de la lengua. Muchas veces implica usar una palabra del extranjero, como es el caso del verbo “googlear” que proviene de “Google”, el nombre del buscador. Esta técnica está muy relacionada con la invención e innovación de palabras. Un ejemplo del uso de neologismos en un trabalenguas sería el siguiente:
“El rey de Parangaricutirimícuaro se quiere desparangaricutirimicuarizar, el que lo desparangaricutirimicuarize un buen desparangaricutirimicuarizador será.”
En el ejemplo anterior, se toma el sustantivo Parangaricutirimícuaro, que es el nombre de un volcán, y se derivan palabras de él, de forma específica, algunos verbos: desparangaricutirimicuarizar y desparangaricutirimicuarize. Además, también se forma otro sustantivo: desparangaricutirimicuarizador.
Oposición de fonemas
Desde la lingüística, un rasgo resaltable de los trabalenguas es el de la oposición de fonemas. Cuando dos fonemas (o sonidos del habla) se encuentran en la misma posición dentro de dos palabras iguales, pero estas suponen significados distintos, se le llama “oposición de fonemas”. Por ejemplo: casa, cama; vaca, paca; ropa, rota; puerta, puerca.
Los trabalenguas juegan con estas similitudes y colocan palabras muy similares juntas con el fin de confundir su pronunciación, pero resaltando que las palabras pronunciadas son diferentes y, por lo tanto, deben enunciarse con cuidado para evitar su confusión.