Se denomina tenacidad a la capacidad de mantenerse firme en un proyecto a pesar de las dificultades que puedan presentarse. Es sin lugar a dudas una cualidad moral y propia de una personalidad segura de sus convicciones. La tenacidad puede ser de gran utilidad en distintas circunstancias de la vida, en particular cuando los resultados obtenidos distan de ser los buscados. Además de una cualidad moral, el término también alude a una de las características de los materiales. En efecto, los materiales muestran distintas características, una de las cuales es la tendencia a resistir las deformaciones y las roturas.
En el primer caso, tomando su acepción ética, la tenacidad corresponde a la actitud de firmeza en el carácter y en la decisión. Es de alguna manera otro modo de referir a la constancia. Para lograrla se deben tener claros los objetivos y el motivo por el cual se desean alcanzarlos. Además debe considerarse cuales son los recursos propios y cuales pueden recibirse de los demás. Finalmente, se debe intentar incansablemente alcanzar el objetivo incansablemente sin cejar jamás. La tenacidad puede sin lugar a dudas mejorarse y es lógico cultivarla para lograr perseverancia en las distintas decisiones que se toman en la vida.
En el segundo caso, considerando la cualidad propia de los materiales, la tenacidad se relaciona con la energía capaz de absorber uno de estos. En este sentido, es de enorme importancia la estructura molecular que el material en cuestión tiene, siendo en este caso de importancia la cohesión que evidencian. La tenacidad puede probarse mediante distintos ensayos como la tracción y el choque.
Esta característica es importante en la medida en que puede utilizarse en muchas aplicaciones prácticas. En efecto muchas maquinarias, por ejemplo, deben mantener un nivel de tenacidad suficiente en sus partes de tal modo en que las fuerzas a las que se ven sometidas no logren romperlas o deformarlas. En otros casos, lograr un determinado grado de deformación puede ser útil para amortiguar un choque, por ejemplo. Es por eso que existe una disciplina que se encarga especialmente de analizar estas propiedades y proveer soluciones en función de ellas.
Ambas acepciones se relacionan en el hecho de mantener una determinada forma de ser a pesar de fuerzas externas que tienden hacia lo contrario. La tenacidad como concepto, finalmente, es esa capacidad que hace inalterable a una entidad, sea animada o inanimada, contra las circunstancias exteriores, circunstancia que solo puede lograrse por una determinada forma de ser interna.