Se dice que algo es tangible cuando se puede tocar y comprobar y, por extensión, cuando algo resulta evidente. En otras palabras, lo tangible es todo aquello que podemos percibir a través de nuestros sentidos.
La idea de tangible se contrapone a la de intangible, es decir, todo lo que no podemos percibir con claridad, pues se trata de algo irreal, por ejemplo, una ilusión o una fantasía. Supongamos que estamos soñando. Durante el sueño lo que percibimos parece real pero no lo es, pues pertenece a la esfera de lo intangible.
Realidades tangibles e intangibles
La realidad es algo tangible, porque la materia es concreta y las cosas existen. La garantía de que esto es así viene dada por los sentidos, que nos proporcionan las pruebas irrefutables para decir que algo concreto es tangible. Esta idea se fundamenta en el sentido común y la experiencia cotidiana. Sin embargo, las cosas se complican cuando reflexionamos sobre ello. Si observo un número determinado de cosas (por ejemplo, doce macetas), estoy ante algo concreto y tangible. Sin embargo, el concepto numérico que utilizo para pensar en las doce macetas no existe en la realidad, ya que el número 12 es simplemente una idea que no se corresponde con nada real. La matemática está formada por un conjunto de principios intangibles, que sirven para comprender las cosas tangibles.
Interactuamos con elementos tangibles que tienen relación con realidades que no lo son. Pensemos en el dinero, algo medible, concreto y real. Sirve para comprar objetos, pero su valor es también intangible (cada persona tiene una idea sobre el valor del dinero).
En el ámbito de la economía existe la diferencia entre cosas tangibles y las intangibles. Las primeras serían cosas como la maquinaria de una empresa, el capital o los stocks y lo intangible sería el conocimiento relacionado con un procedimiento (el Know How), la motivación de los empleados, la innovación de una empresa, etc.
Patrimonio intangible
Los ejemplos más arriba indicados evidencian que lo tangible e intangible está estrechamente unido. Y el motivo de dicha unión se basa en la dificultad para diferenciar lo objetivo de lo subjetivo, lo real de lo imaginario, lo concreto de lo inconcreto. En los últimos años se ha acuñado un término que rápidamente ha popularizado, el patrimonio intangible de la humanidad, también conocido como patrimonio inmaterial.
Desde la esfera de la cultura la UNESCO ha proclamado toda una serie de elementos con esta denominación: rituales, actos festivos, tradiciones y usos sociales, etc. Esto significa que la idea de patrimonio no debe entenderse en relación con cosas tangibles (una catedral, un monumento o un cuadro), sino que el patrimonio, aquello que poseemos, va más allá de lo que se percibe.