Definición
En teoría económica, la superestructura es un concepto de origen marxista que sirve para definir al conjunto de elementos de la sociedad que dependen directamente de la infraestructura (sustenta el funcionamiento de la sociedad a nivel laboral, abordando las relaciones de producción y las fuerzas productivas) y estructura (base material desde lo cual se puede trabajar), comprendiendo de este modo las normativas jurídicas, así como la influencia del sistema político y religioso, conjugándose en un determinado momento histórico. Así mismo, se pauta una fuerte diferencia de clases entre el empleador y el empleado.
El concepto de superestructura es fundamental en el desarrollo de toda la teoría económica marxista. Es más, supone uno de los componentes básicos de la tesis del materialismo histórico. La superestructura no adopta una personalidad propia e independiente, sino que está directamente relacionada con las condiciones económicas de la sociedad, amoldándose a los intereses de clase de aquellos grupos sociales (las clases dominantes) que la han creado. Por tanto, todo cambio en la superestructura es consecuencia inmediata de algún cambio sufrido en la base social o infraestructura.
De esta teoría se derivan algunas consecuencias importantísimas, ya que, en primer lugar, para poder comprender en su totalidad la composición de la superestructura hay que comprender primero la infraestructura y los cambios económicos. Por otro lado, la idea de que la independencia del pensamiento con respecto a las condiciones materiales que componen la sociedad es imposible, lleva a poder afirmar la existencia de un determinismo provocado por factores externos.
Desde un punto de vista filosófico, estas dos consecuencias se reflejan en la idea de que la historia misma de la filosofía no puede estar basada solamente en la historia del pensamiento (o sea, cómo unos sistemas de pensamiento filosófico van dando lugar a nuevos sistemas). Resulta necesario buscar algo externo a la filosofía, como puede ser la economía, para poder darle sentido. De esta manera, los sistemas filosóficos son una consecuencia inmediata de las condiciones económicas imperantes de un momento concreto de la historia.
Como un paralelismo funcional, en el ámbito de la ingeniería, superestructura sirve para referirse a la parte más elevada de un conjunto estructural. Así, por ejemplo, toda la estructura que se encuentra por encima de la cubierta de un barco se denomina superestructura. De igual modo, en los puentes, la parte estructural situada por encima de los elementos de apoyo es la superestructura. Por otro lado, se utiliza para referirse a estructuras y obras arquitectónicas o de ingeniería de gran tamaño y especial complejidad en su construcción.
Estructura e infraestructura
La estructura es la base económica sobre la que se sustenta cada nación, definiéndose por cuatro sectores para englobar todas las actividades asociadas. Inicia con el primario, donde se encuentran las prácticas ganaderas, agrícolas, de pesca, caza y minería por mencionar algunas de las más importantes, resultando determinante en la economía de los países emergentes. Luego, en el sector secundario se localiza toda la industria, tecnología y construcción; en el terciario se identifican los servicios. Estos tres sectores fueron los pioneros estructurales de las naciones durante el desarrollo del capitalismo. A partir de los avances científicos y la aparición de ciertos fenómenos económicos surgió el sector cuaternario, en donde se clasifican los medios de comunicación, la información, investigación científica y planificación financiera.
La infraestructura, en términos de Karl Marx, es una combinación de elementos que constituyen la base de toda sociedad, donde las relaciones de producción, junto con las fuerzas productivas, mantienen la estabilidad y aportan crecimiento necesario para el desarrollo y bienestar social.
Las relaciones de producción refiere a las técnicas con las que se produce, estas las suele implementar el trabajador con su fuerza y capacidad, surgiendo una composición entre estas técnicas, y la relación social entre los dueños de los medios producción y los trabajadores. Las fuerzas productivas son los componentes con los que se produce, comprendiendo la mano de obra y el medio de producción. Por lo tanto, la infraestructura se basa en el vínculo entre los obreros y los dueños de los medios para producir, de modo que si existe cierta armonía se obtiene buen nivel productivo.
Dentro de la infraestructura se encuentran todos los recursos, mobiliarios, laboratorios, materiales, servicios y toda la cuestión financiera en la que se basa la inversión y el financiamiento, por supuesto, que su perfecta estabilidad se refleja en el crecimiento. Para lograr una infraestructura fuerte, el estado genera políticas que mantienen estables las variables involucradas, tales como el empleo, la inversión, el ahorro y la inflación, por mencionar algunas.
Elementos que constituyen la superestructura
En la superestructura se declara el posicionamiento social y económico considerando los factores que delimitan las formas del vínculo entre los actores que participan en la infraestructura, de modo tal que son comprendidos los marcos legales, políticos e ideológicos que influyen en la organización y desarrollo de la sociedad desde la práctica laboral. En este rubro se ubica en gran medida la conciencia social, con la cual el individuo construye un entorno de bienestar a partir de valores éticos.
Por otro lado la superestructura está formada por el estado y el derecho, siendo el primero un mediador y gestor para que se viva en armonía utilizando como herramienta el marco jurídico, distinguiendo las leyes que permiten el funcionamiento constante de la sociedad y las condiciones sobre las que se trabaja y opera.
En la superestructura se toman en cuenta factores educativos y de preparación de la fuerza de trabajo. A partir de la conciencia, se surge una creatividad con la que se agiliza la producción, por ejemplo, si una sociedad es totalmente avanzada en educación es posible construir tecnología para que los procesos de producción sean dinámicos, constituyendo una mejor subsistencia en igualdad para toda la sociedad. En la superestructura se aprovechan los recursos que brinda la infraestructura.
Desigualdad social marcada por el poder
La cultura es un factor agregado a la superestructura, esta refleja las tradiciones e ideologías, que son un elemento determinante para el desarrollo. Bajo la perspectiva de Marx sobre la explotación y la desigualdad, en la superestructura se funden ideologías de la división de clases, lo cual se ha instaurado como un arraigo cultural en algunas sociedades atrasadas o comunidades con alta pobreza y poco nivel educativo, creando falsas percepciones de la realidad en cuanto al crecimiento, impidiendo que estas se desarrollen, dejando claro quiénes son los dueños de los medios de producción, y quiénes forman parte de la clase trabajadora.
Si bien esta es una teoría de un siglo atrás, no es tan disparatada en la actualidad, no solo se denotan desigualdades de una manera interna, sino también en el ámbito internacional con la diferencia del capital entre los países.
Nota actualizada en septiembre de 2021.