El sufragio es un sistema de votación, acordado por el gobierno de un país, para elección de todos los cargos políticos de un país. La forma del sufragio, como se realiza, el tiempo que debe transcurrir entre uno y otro, cuál es el objeto o qué es lo que se va a decidir en él, etcétera, depende de cada gobierno y de cómo se establezca la ley del sufragio en cada constitución.
Cuando se empezó a establecer este mecanismo para la elección de cargos, aunque hoy día en los países democráticos que en el mundo el sufragio es universal, hasta hace no muchas décadas no era así. En un principio únicamente en los hombres eran los que podían votar. Sin embargo, con el paso del tiempo, reivindicaciones y, sobre todo, las movilizaciones que ha habido en favor de la igualdad de sexos, se permitió que el voto pudiera ejercerse tanto por los hombres como las mujeres.
El sufragio es el derecho a la votación para las elecciones
Normalmente, para poder ser partícipe de un sufragio se ha de tener la mayoría de edad y para poder depositar el voto se ha de presentar un documento acreditativo oficial que identifique a la persona. Esto se debe a que el voto es personal y único, con lo que no se puede delegar en ninguna otra persona. Es por ello que, además de presencial, se permite también el voto por correo a través de los organismos oficiales correspondientes.
La importancia que tiene el sufragio es que es la ciudadanía la que elige qué partido quiere que lo gobierne y quienes quieren que sean sus representantes, cuál desea que sea el resultado de lo que se vota. Es por ello que la persona que vota puede elegir entre hacerlo por un partido político determinado, cuando se vota para el Congreso de los diputados, persona, cuando se trata del Senado, o dar su aceptación o no a la consulta que se realice.
En ciertos momentos de la historia, el sufragio lo podían realizar solo los hombres, aunque se acabó cambiando en algunos países
Pero también existe el voto en blanco y el voto nulo. De esta manera se abarca las opciones de voto principales que pueda tener una persona a la hora de ejercer su derecho. Este último concepto es bastante importante porque la participación en un sufragio, a menos que sea por imposición legal, con lo cual no estaríamos hablando de una democracia, es un derecho y no una obligación.
Si bien es cierto que es positivo ejercer el derecho a voto, al no ser una obligación, es importante el porcentaje de votos hacia una opción u otra y los votos en blanco, no así los nulos. Esto es algo que los partidos políticos suelen utilizar y valorar para buscar el voto de la población.