Definición de Sistema Inmunitario funciones, células mieloides y linfoides, y órganos

Tatiana Bengochea
Lic. en Ciencias Biológicas

Sistema del organismo compuesto por un grupo diverso de células y varios órganos dispersos que, en su conjunto, tiene la función de proteger al cuerpo frente a la invasión de microorganismos patógenos como virus, bacterias u hongos que puedan causar enfermedad, de células pertenecientes a otros organismos, como así también frente a la proliferación excesiva de células propias modificadas (tumorales). Para cumplir su función, el sistema inmunitario se especializa en el reconocimiento de componentes propios y no propios del organismo, y actúa eliminando aquellos que sean extraños.

Presenta diferentes mecanismos para luchar contra los agentes extraños, pudiéndose diferenciar entre la respuesta inmune innata, que se da rápidamente a partir del reconocimiento de patrones característicos compartidos por determinados grupos de microorganismos patógenos, y la respuesta inmune adaptativa, más lenta, en la que se reconocen patrones específicos del elemento extraño en cuestión y se genera una inmunidad más importante y a largo plazo contra el mismo.

Funciones de las células del sistema inmunitario

Las células del sistema inmunitario, también llamadas leucocitos o glóbulos blancos, patrullan el organismo a través de los conductos del sistema circulatorio y del sistema linfático buscando elementos que sean extraños y potencialmente patógenos. Algunas también tienen la capacidad de reconocer componentes extraños en la superficie celular de células propias que sufrieron modificaciones y se convirtieron en tumorales, pudiendo eliminarlas en la mayoría de los casos.

Muchas de las células inmunes pueden traspasar el endotelio de los vasos sanguíneos e ingresar en los tejidos en los que cumplen sus funciones. Dichas funciones son variadas y específicas de cada tipo celular, que actúa específicamente contra diferentes agentes patógenos.

Clasificación dada por las células mieloides y linfoides

A grandes rasgos, se puede dividir a las células del sistema inmune en células mieloides, que se originan y se diferencian en la médula ósea, y en células linfoides, que se originan en la médula ósea, pero completan su maduración en otros órganos del sistema linfático. Las principales células mieloides son:

de Sakurra

Células mieloides

Neutrófilos: Se especializan en la fagocitosis de partículas extrañas y microorganismos en tejidos infectados. Para esto, pasan a través de las células endoteliales de los capilares sanguíneos.

Eosinófilos: Se especializan en la eliminación de organismos parásitos.

Basófilos: Se especializan en la síntesis de sustancias como la histamina, que incrementan la respuesta inflamatoria en los tejidos infectados. A su vez, tienen un rol importante en las reacciones alérgicas.

Mastocitos: Son similares a los basófilos, ya que al igual que ellos liberan histamina. Se caracterizan por permanecer en las mucosas o en el tejido conjuntivo.

Monocitos: Son los precursores de los macrófagos. A través de compuestos quimioatractantes liberados por las células infectadas y las propias bacterias, son atraídos al sitio de la infección.

Macrófagos: Se especializan en la fagocitosis de partículas extrañas o microorganismos. Se localizan principalmente en los tejidos conjuntivos, en los ganglios linfáticos, en el bazo, el hígado y los pulmones. Tienen un rol clave en la activación de los linfocitos T.

Células dendríticas: Su principal función es la de fagocitar partículas extrañas o microorganismos y presentar sus fragmentos a los linfocitos T para activarlos. Por esta razón son las principales ‘’células presentadoras de antígenos’’.

Células linfoides

Por su parte, entre las células linfoides se pueden diferenciar a los linfocitos T, los linfocitos B y las células NK (Natural killer). Éstas últimas secretan proteínas que inducen la muerte celular de células infectadas por microorganismos patógenos o de células tumorales. Los linfocitos T completan su maduración en el timo y se pueden clasificar según su función en:

Linfocitos T citotóxicos: Se caracterizan por tener un tipo particular de receptor en sus membranas celulares llamado CD8. A igual que las células NK, secretan proteínas citotóxicas que inducen la muerte celular de células infectadas o con características extrañas.

Linfocitos T colaboradores o helpers: A diferencia de los linfocitos T citotóxicos, los colaboradores tienen receptores CD4 en sus membranas. Se encargan de regular la actividad de los macrófagos y de los linfocitos B principalmente.

Linfocitos T supresores: Regulan la respuesta inmune inhibiendo la actividad de los macrófagos, linfocitos T y B cuando la amenaza ha sido reducida.

Por otro lado, los linfocitos B se puede clasificar en:

Células plasmáticas: Se diferencian a partir de los linfocitos B que fueron activados por la presencia de un agente extraño específico. Se encargan de secretar grandes cantidades de anticuerpos específicos que actúan contra dicho agente extraño.

Células de memoria: Son las que confieren defensas a largo plazo contra un agente extraño conocido por el organismo luego de una primera exposición. Mantienen la capacidad de secretar anticuerpos.

Órganos del sistema inmunitario

Los órganos del sistema inmunitario se encuentran dispersos en diferentes regiones del organismo, por lo que se dice que tiene una distribución difusa. Muchos son compartidos con el sistema linfático, que guarda una gran relación funcional con el sistema inmunitario. Sus órganos se pueden clasificar en dos grupos:

– Órganos linfáticos primarios: Este grupo está constituido por el timo y la médula ósea. Se trata de los órganos en donde se generan y maduran los glóbulos blancos, es decir, en donde adquieren la capacidad de distinguir entre lo propio y lo extraño.

– Órganos linfáticos secundarios: Se trata de órganos en donde proliferan determinadas células inmunes, como los linfocitos, una vez que inicia una respuesta inmune contra un patógeno determinado. Además, estos órganos funcionan como puntos de control en el patrullaje de los glóbulos blancos. Entre ellos podemos mencionar a los ganglios linfáticos, el bazo, el apéndice, las amígdalas, las adenoides, entre otros.

Importancia y regulación del sistema inmunitario

Continuamente están ingresando componentes extraños en nuestro organismo a través de la respiración, la alimentación, y a través de las heridas, etc. Los microorganismos patógenos como virus, algunas bacterias y hongos, están presentes en prácticamente todas las superficies y también en el aire.

Gracias al sistema inmunitario, el organismo puede distinguir entre lo propio y lo extraño, eliminando esto último. Sin sistema inmunitario, los microorganismos extraños que ingresan en nuestro cuerpo proliferarían sin límites, afectando así el funcionamiento de órganos vitales y finalmente provocando la muerte. De hecho, esto ocurre en casos en los que el sistema inmune falla o se encuentra debilitado, como en las personas inmunosuprimidas. En estos casos, se debe tener especial cuidado para evitar enfermedades oportunistas y controlarlas con medicamentos específicos en caso de que se produzcan, para así preservar la vida del paciente. A su vez, fallas en el sistema inmune pueden provocar la proliferación de células tumorales, provocando el desarrollo de distintos tipos de cáncer.

Así como resulta un problema si el sistema inmunitario actúa de menos, también lo es si actúa de más. Esto se da cuando, a raíz de problemas en su regulación, las células inmunes empiezan a reconocer agentes propios como extraños, atacando partes del cuerpo y afectando su funcionamiento. Tal es el caso de las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, o el lupus, entre otras. Como vemos, el sistema inmunitario es importante en sí mismo, pero igual de importante es que se mantenga regulado correctamente.


Referencias bibliográficas

• Curtis, H. y Cols. (2015). ‘’Invitación a la Biología en contexto social’’. Séptima edición. Buenos Aires: Médica Panamericana.

• Suárez, H., Frid D. & Espinoza, A. M. (2005). ‘’Biología | Polimodal - El organismo humano: salud y enfermedad’’ (Libro 3). Buenos Aires: Longseller.

• Ross, M. H. & Pawlina, W. (2012). ''Histología''. Buenos Aires: Médica Panamericana.

Autora

Escrito por Tatiana Bengochea para la Edición #111 de Enciclopedia Asigna, en 04/2022. Tatiana es Lic. en Ciencias Biológicas y Prof. en Biología. Graduada en la UBA, Arg.