El verdadero saber es interdisciplinar especialmente cuando se trata de comprender mejor al ser humano. Una rama de estudio fundamental para comprender el comportamiento humano es la psicología y la sociología. De esta forma, surge la psicología social que toma como objeto de estudio al ser humano pero integrado en un contexto social, es decir, como parte de un grupo. El ser humano a nivel individual también se ve influenciado por la vida en sociedad.
De esta forma, la psicología social estudia factores importantes como la cultura. Existen acciones que tienen un significado concreto en una cultura determinada y en caso de interpretar esos gestos fuera de esa cultura, entonces, tienen un valor distinto. Ello muestra el relativismo cultural como una realidad pero al mismo tiempo muestra cómo el hecho de formar parte de una cultura determinada también influye en el modo de pensar y de sentir de un individuo en particular que no puede abstraerse del entorno en el que le toca vivir.
Desde el punto de vista de la psicología social, las normas culturales que son respetadas por un pueblo tienen un valor muy importante para los individuos que de esta forma, se ven condicionados por algo externos a sí mismos. Eso no significa que el ser humano no sea libre sino que está condicionado por creencias sociales.
Vivir en sociedad puede influir de forma negativa como muestran miedos universales como el miedo al qué dirán. Existen personas que no viven la vida que de verdad desean porque tienen miedo de ser juzgados por una decisión determinada. Vivir en sociedad es una riqueza personal porque la esencia del ser humano es relacional, sin embargo, es importante potenciar la libertad personal frente a cualquier condicionamiento social negativo.
Una sociedad feliz es la suma de muchas personas que son dueñas de su destino, son felices y saben lo que quieren. Por tanto, es cada individuo a nivel individual quien debe de poner de su parte para realizar acciones con las que dejar su huella positiva en el mundo a través de acciones llenas de bondad.
A pesar de que todo ser humano vive en sociedad la realidad es que cada persona tiene un modo de ser concreto y un comportamiento. Por ejemplo, existen personas que son muy sociables y tienen muchas habilidades sociales mientras que otras, son más solitarias y buscan muchos espacios de soledad.