El efecto invernadero es una amenaza para el planeta y para la humanidad. Sus efectos están directamente relacionados con el cambio climático, con la progresiva desertización o con la disminución de los glaciares. El principal causante de este proceso es el modelo energético y el consumo incontrolado de materias primas.
El Protocolo de Kioto supuso un primer intento para frenar el cambio climático
Desde 1950 la comunidad científica venía observando una serie de cambios significativos relacionados con el clima: la disminución de los hielos marinos, cambios en los periodos de lluvia, un aumento de la temperatura media del planeta y un incremento de huracanes y ciclones. Los cambios observados indicaban que el planeta en su conjunto se encontraba en un periodo de transformación con efectos muy negativos.
En 1997 en la ciudad japonesa de Kioto se reunieron representantes y expertos de la mayoría de naciones del planeta. Esta cumbre fue promovida por la ONU y el objetivo de la misma fue la reducción paulatina de las emisiones de gas invernadero que provocan el calentamiento del planeta.
El principal acuerdo alcanzado consistió en reducir de manera conjunta un 5% de las emisiones contaminantes hasta el año 2012. Para alcanzar este objetivo general, se acordaron una serie de medidas concretas: el desarrollo de una agricultura sostenible, el uso de energías renovables, la reducción de las emisiones de metano o una propuesta para gestionar mejor los materiales de desecho. Éstas y otras medidas similares fueron ratificadas por la mayoría de países, pero no todos cumplieron los compromisos adquiridos.
Transcurridas dos décadas, el Protocolo de Kioto es valorado negativamente por la mayoría de analistas, ya que durante este periodo las emisiones de gases han aumentado significativamente. En este sentido, algunos expertos afirman que el cambio climático ya es un un fenómeno irreversible.
Nuevos acuerdos internacionales
En la denominada «Enmienda de Doha» de 2012 se propusieron una serie de modificaciones técnicas para actualizar las medidas acordadas en la cumbre de Kioto. En 2015 tuvo lugar la Conferencia de Paris con la intención de reconducir las limitaciones de los acuerdos anteriores. En esta cumbre sobre el cambio climático se presentaron nuevas conclusiones:
1) que en los próximos años el calentamiento global no debería superar los dos grados de temperatura,
2) que es totalmente necesario que el petróleo y los combustibles fósiles sean sustituidos por energías renovables y
3) para eliminar el CO2 de la atmósfera hay que intensificar la forestación, mejorar la gestión del suelo y potenciar el almacenamiento del carbono.