Definición
El estanciero Juan Manuel de Rosas fue nombrado gobernador de la provincia de Buenos Aires el 8 de diciembre de 1829. Al asumir la gobernación, se le dio el título de Restaurador de las Leyes y de las Instituciones y se le otorgaron Facultades Extraordinarias, es decir, que podía ejercer funciones legislativas y judiciales. La razón de ello estuvo dada por el hecho de que se vio en el líder federal la capacidad de disciplinar a la población de la campaña y promover la paz entre las provincias.
Así, el primer gobierno de Rosas se caracterizó fundamentalmente por la búsqueda del restablecimiento del orden, tanto en las zonas rurales de Buenos Aires como entre las provincias. Asimismo, data de su primer gobierno la conformación de la Confederación Argentina, una forma de organización política que brindaba unidad entre las provincias autónomas.
El ascenso de Rosas al poder
Tras la renuncia de Bernardino Rivadavia a la presidencia y la disolución del Congreso, la breve unidad que se había mantenido entre las provincias terminó por romperse y estas volvieron a ser autónomas entre sí. Fue en este contexto que el conflicto entre unitarios y federales se vio potenciado, sobre todo tras la elección de Manuel Dorrego, líder federal con amplio apoyo popular, como gobernador de Buenos Aires en el año 1828. No obstante, su gobierno fue limitado ya que, los unitarios reunidos bajo la figura de Lavalle, se enfrentaron al gobernador, lo fusilaron y disolvieron la Sala de Representantes.
Ante esta situación, el comandante de campaña de Dorrego, Juan Manuel de Rosas, unió sus fuerzas a las del gobernador de Santa Fe, Estanislao López, y se enfrentaron a Lavalle quien fue finalmente derrotado en la Batalla de Puente de Márquez, una batalla caracterizada por la amplia participación de los sectores gauchescos en favor del federalismo. De esta lucha resultó el Pacto de Cañuelas, firmado entre Rosas y Lavalle, por el que se comprometieron a terminar con los enfrentamientos, restaurar la Sala de Representantes y elegir a un nuevo gobernador.
Este combate fue clave para el ascenso de Rosas al poder ya que desestabilizó a las elites dirigentes que se alarmaron ante el escaso control que ejercían sobre la población de la campaña. En otras palabras, ellos vieron en Rosas al líder capaz de mantener el orden y, consecuentemente, fue nombrado Gobernador de Buenos Aires el 8 de diciembre de 1829 por orden de la Legislatura de la provincia. Asimismo, se le otorgó el titulo de Restaurador de las Leyes y de las Instituciones y se le brindaron Facultades Extraordinarias, es decir que tenía funciones legislativas y judiciales.
Características del primer gobierno de Rosas (1829-1832)
Rosas asumió en un contexto de guerras civiles por las que se enfrentaban unitarios y federales. De hecho, fue en 1830 que nació la Liga del Interior, una coalición política y militar de carácter unitario conformada por las provincias de San Luis, San Juan, Mendoza, Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, Tucumán, Córdoba y Salta. Si tenemos en cuenta que la Patagonia y la región chaqueña aún no habían sido conquistadas, podemos decir que la mayor parte del territorio respondía a los intereses unitarios.
Ante la formación de esta Liga, el gobernador Rosas propulsó junto a Estanislao López, la firma de un Pacto Federal que unió a Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe contra la Liga del Interior con el objetivo de poner fin al unitarismo. Mediante el mismo, las provincias acordaron mantenerse unidas, aunque conservando su autonomía, y sancionar una Constitución.
Uno de los aspectos fundamentales del primer gobierno de Rosas fue que esta coalición federal terminó por disolver a la Liga Unitaria en solo un año: el resto de las provincias, entre los años 1831 y 1832, se fueron uniendo al Pacto Federal y de esta forma se conformó la Confederación Argentina, un tipo de organización política por la que las provincias mantenían su autonomía pero se unían para los asuntos de guerra y paz y para el manejo de las relaciones exteriores, asuntos que quedaron en manos del gobernador de Buenos Aires.
Es de destacar que, al haberse terminado la guerra, las provincias llamaron a cumplir con uno de los postulados de la firma del Pacto Federal, es decir, la sanción de una Constitución. Sin embargo, el gobernador Rosas, retrasó la sanción de la misma estableciendo que era primordial ordenar cada provincia antes de ordenar al país entero. No obstante, se entiende que Rosas lo que estaba buscando era evitar la sanción de una Constitución para mantener los beneficios de la Aduana exclusivamente para Buenos Aires.
Respecto del orden, fue un asunto muy importante en este primer gobierno. Para lograrlo, se reformó el Código de Comercio y el de Disciplina Militar, se fundaron nuevos pueblos cerca de la línea de frontera, se reglamentó la autoridad de los jueces de paz (lo cual permitía garantizar la igualdad ante la ley), se firmaron tratados de paz con los jefes de las comunidades originarias y, en ciertos lugares, se avanzó en la conquista de los territorios aborígenes.
Producto de sus acciones, la Legislatura volvió a elegirlo gobernador en 1832, pero Rosas se negó, pues no se le habían renovado las Facultades Extraordinarias. El líder federal volvería a ser gobernador en 1835 ante el pedido desesperado de las elites por la necesidad de restaurar el orden.
Referencias bibliográficas
Goldman, Noemí y Salvatore, Ricardo (comp.), “Caudillismos rioplatenses. Nuevas miradas a un viejo problema”, Eudeba, Buenos Aires, 1998.González Bernaldo, Pilar. “El levantamiento de 1829: el imaginario social y sus implicaciones políticas en un conflicto rural”, en Anuario IEHS, 1987.