Uno de los elementos químicos de la naturaleza, concretamente un metal, es la plata, cuyo símbolo es Ag y su número atómico es 47. Su aspecto es brillante y blanco y se encuentra en proporciones muy escasas en la naturaleza, lo que sucede también con el oro. Por este motivo, hay una diferencia entre el oro y la plata y el resto de metales ( que reciben el nombre de viles metales porque son más corrientes o se crean mediante aleaciones ).
La palabra plata viene del latín argentum, que quiere decir precisamente blanco y brillante. Argentum se parece mucho a Argentina y esta similitud no es casual, ya que esta nación se llama así por la existencia del Río de la Plata, donde los descubridores españoles consideraron que debía haber grandes cantidades de este metal.
Su escasez y ductilidad provocó que ya desde la antigüedad fuera un metal muy preciado. Se tiene constancia histórica que se empleó para la fabricación de armas, así como para la ornamentación de los mandatarios, especialmente en la joyería. Otra de sus aplicaciones fue en la acuñación de moneda y se da la circunstancia de que las monedas de plata sirvieron como sistema monetario en algunos países.
Dejando al margen la plata como elemento de joyería y de decoración e incluso como metal que cotiza en el mercado de metales, la palabra plata tiene otras posibilidades que vale la pena indicar. Si una pareja cumple sus 25 años de unión o matrimonio, celebra las bodas de plata. Cuando el pelo encanece, para expresarlo de una manera elegante y algo poética, se habla de los cabellos plateados. Por otra parte, hay expresiones o locuciones donde también aparece este término: hablar en plata u, otra menos conocida, a enemigo que huye, puente de plata.
Otra de las acepciones del término es cuando se emplea como sinónimo de dinero. Este uso está muy extendido en Latinomérica, singularmente en Argentina.
Al tratarse de un metal muy valorado en todo el mundo es lógico que esté presente en el lenguaje y otras circunstancias de la vida. Un buen ejemplo es en el deporte, donde el deportista que alcanza la segunda posición recibe una medalla de plata ( el primero la tiene de oro y el tercero de bronce ). Esta curiosidad pone de manifiesto el valor social de este elemento, que forma parte de la élite de los metales pero siempre por detrás del oro.