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Definición de las Invasiones Inglesa al Río de la Plata (1806-1807)

Mercedes Roch
Lic. en Historia

Definición

En dos oportunidades que culminarían en fracaso ante la resistencia encontrada, uno en 1806 y otro en 1807, los ingleses invadieron el Río de la Plata en el marco de la guerra con España, de modo que el objetivo inglés consistía en conquistar parte del imperio ultramarino de su enemigo.

Asimismo, como las Trece Colonias (actualmente Estados Unidos) se habían independizado, Inglaterra necesitaba de nuevos mercados para insertar sus producciones y encontraba que el Río de la Plata podía servirle a esos fines. En ambas invasiones, los ingleses primero triunfaron y luego fueron vencidos por las tropas de soldados voluntarios rioplatenses.

Las Invasiones Inglesas tuvieron dos consecuencias que serían fundamentales para la posterior independencia del territorio hispanoamericano. Por un lado, en un cabildo abierto convocado por los vecinos, se dispuso la deposición del virrey y se eligió a un nuevo representante. Por otro lado, se conformaron milicias urbanas que modificaron la composición de la sociedad al brindar más capacidad de acción a los criollos y otorgar un mayor peso político a los sectores populares.

Primera Invasión Inglesa

Un 25 de junio de 1806, tropas inglesas al mando del General Beresford desembarcaron en las costas de Quilmes con el objetivo de conquistar el territorio rioplatense. Dos días más tarde, avanzaron hacia la ciudad de Buenos Aires. Ante esta situación, el virrey Sobremonte no opuso resistencia y huyó hacia Córdoba con las reservas del Tesoro Real. No obstante, fue capturado por los ingleses alrededor de la zona de Luján, quienes le quitaron las riquezas y las enviaron a Inglaterra. El Tesoro Real nunca más fue devuelto al Río de la Plata.

Las tropas españolas intentaron resistir a los ingleses pero, ante el vacío de autoridad, Inglaterra venció rápidamente. Así, el 27 de junio el cabildo se rindió ante el poder británico y la bandera inglesa comenzó a flamear en Buenos Aires.

Con la ciudad tomada, Martín de Álzaga desde Buenos Aires y Santiago de Liniers desde Montevideo, organizaron el ataque para la reconquista. De esta forma, se conformó un ejército de voluntarios el cual, con el apoyo del pueblo porteño, logró reconquistar la ciudad: el 12 de agosto de 1806, los ingleses finalmente se rindieron.

Inmediatamente después de la rendición de los ingleses, sucedió un hecho fundamental: los vecinos reunidos en cabildo abierto ordenaron la expulsión del virrey Sobremonte y su reemplazo por Santiago de Liniers. Este hecho se reconoce como un antecedente de la revolución de mayo, ya que por primera vez un virrey fue elegido por la población y no por la Corona. Además, mediante ese gesto, el pueblo reconoció que tenía poder para hacer exigir sus demandas.

Segunda Invasión Inglesa

Si bien en 1806, los ingleses se habían rendido, volvieron a invadir el Río de la Plata al año siguiente. Esta vez, un ejército británico invadió Montevideo y, una vez tomado el territorio de la Banda Oriental, 8.000 soldados profesionales al mando del general Whitelocke atacaron Buenos Aires el 28 de junio de 1807.

Nuevamente, las milicias porteñas lideradas por Liniers y Álzaga, ejercieron resistencia y esperaron a las tropas inglesas en los Corrales de Miserere. Allí combatieron y en pocas horas fueron vencidos. Sin embargo, los milicianos no se resignaron a ser conquistados por Inglaterra y continuaron el ataque.

Asimismo, mujeres, niños y esclavos resistieron a la invasión atacando a los soldados ingleses con piedras y agua hirviendo. Debido a esta unión de fuerzas, los ingleses se rindieron por segunda vez el 6 de julio de 1807 y fueron expulsados tanto de Buenos Aires como de Montevideo.

La formación de milicias urbanas

Una consecuencia fundamental de las Invasiones Inglesas fue la conformación de milicias urbanas para resistir al ataque. Las mismas estaban compuestas por soldados voluntarios de entre 16 y 50 años, provenientes de distintos estratos sociales y étnicos. Es de destacar que la elección de los oficiales era realizada por la tropa, lo cual permitía el ascenso social de sus miembros.

Como se puede observar, las invasiones inglesas iniciaron el proceso de militarización masiva de la población masculina y el triunfo de las milicias hizo comprender a la población su importante rol en cuanto a la defensa del territorio. El que hayan sido los sectores populares los que triunfaron en el enfrentamiento (aunque dirigidos por miembros de la elite), no dejó de ser un hecho asombroso, ya que esta acción marcó el ingreso de los sectores subalternos a la vida militar y política porteña, estableciendo un nuevo vínculo entre las elites y la plebe, sin la mediación de una autoridad colonial. En conclusión, podría decirse que, previo a 1810, la elite criolla de la ciudad de Buenos Aires encontraba apoyo en el sector popular desde una estrategia político-militar.


Referencias bibliográficas

Di Meglio, Gabriel, “Un nuevo actor para un nuevo escenario"”, en: Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, tercera serie, núm. 24, 2º semestre de 2001.

Halperín Donghi, Tulio, “Clase terrateniente y poder político en Buenos Aires (1820-1930)”. En: Cuadernos de historia regional, Nº 15, Universidad Nacional de Luján, Buenos Aires, Argentina, 2º semestre 1992.

Halperín Donghi, Tulio, Revolución y guerra. Formación de una elite dirigente en la Argentina criolla, Buenos Aires, Siglo XXI, 1972.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #105 de Enciclopedia Asigna, en 11/2021. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).