- 29/06/1887
- 1912
- 30/05/1914
- 23/06/1914
- 14/02/1917
Nació en el poblado de San Pedro de las Colonias, perteneciente al estado de Coahuila, en el seno de una familia de escasos recursos económicos.
Desde temprana edad se identificó con el movimiento insurgente, y a pesar de su condición de mujer estuvo decidida a tener una participación notable en la Revolución.
Simuló ser hombre, vistiéndose como tal, y cambiando su nombre por el de Pedro, para poder ser aceptada en el ejército del general Francisco “Pancho” Villa, uno de los jefes militares más emblemáticos de la Revolución Mexicana y quien tuvo a su cargo la División del Norte.
Para hacer aún más creíble su género se cortó el cabello como un hombre y simulaba afeitarse la barba por las noches.
Si bien las mujeres participaron activamente en la revolución, el acompañamiento esperado y común que tuvieron, por los usos y costumbres de la época, fue desarrollando las típicas tareas domésticas: lavar, cocinar, atender las necesidades familiares y a los enfermos.
Entre lo más osado que se les permitió hacer a las soldaderas, tal como se las llamó a las mujeres de la revolución, fue contrabandear armas.
Ni siquiera los propios revolucionarios pensaron y aceptaron a una mujer en el frente de batalla, y mucho menos dirigiendo un ejército.
Pancho Villa, fue uno de los que defendían esta postura y, por tanto, es que nunca aceptó su presencia como generala, ni accedió a la solicitud de Petra de ser promovida con el grado de generala.
El General Castro la ascendió al grado de coronel, pero no llegó al ansiado de generala.
Encabezó la toma de Torreón con el ejército femenino que conformó, siendo ésta su victoria más relevante y conocida.
La Batalla de Torreón pasó a la historia como uno de los combates más decisivos a instancias de la revolución porque permitió la dominación de varias vías de comunicación y la penetración hacia el centro del país.
Ahora bien, en aquel momento, y oficialmente, no se le atribuyó dicho logro, incluso trascendió que Villa ocultó su incursión porque no quiso que los laureles se los llevase una mujer.
Este desaire marcó su decisión de apartarse de las huestes de Villa y de armar su propia milicia revolucionaria.
Cabe destacarse que, Villa, cuando la pensaba hombre la iba a ascender en el escalafón militar insurgente, sin embargo, cuando confesó que era mujer, le retiró la posibilidad de convertirse en general.
Una vez que logró el mismo prestigio y reconocimiento que un soldado hombre, decidió revelar su género, sin embargo, nunca terminó de ser aceptada y por ello es por lo que no recibió la valoración que se hubiese merecido, porque sin dudas, ella, y su ejército de mujeres, fueron la clave para conseguir el asalto de Torreón.
Participó de la toma de Zacatecas que significó el final de la dictadura de Victoriano Huerta y además facilitó el paso de las fuerzas revolucionarias, de la División Norte, hacia Ciudad de México.
Este estado mexicano era por aquel entonces la cuna de los yacimientos de plata en el país y sus minas generaron casi toda la producción del mineral.
Fue una de las contiendas más sangrientas y que dejó prácticamente sin reacción a las fuerzas federales.
Su ejército fue disuelto por decisión de las autoridades de mando.
Según trascendidos de la época, terminó sus días trabajando como espía e informante de Venustiano Carranza, en el estado de Chihuahua, haciendo las veces de mesera en una cantina de la ciudad Juárez.
Carranza fue un político y militar que tuvo una influyente participación en la segunda etapa de la Revolución como el primer jefe del ejército, tras el asesinato de Madero. Fue presidente de México entre 1914 y 1917.
Murió en el estado de Chihuahua, presuntamente a causa de las lesiones que sufrió tras ser atacada a tiros por un grupo de delincuentes en el bar que trabajaba.