El verbo perdurar hace mención a la acción de mantenerse en el tiempo. Al estar todo sujeto a un proceso de transformación, el ser humano tiene la necesidad de intentar que ciertas cosas conserven sus características y, de esta manera, su deterioro sea menor.
Para que los alimentos se conserven se han utilizado procedimientos diversos ( conservarlos en sal o en lugares frescos ). Las neveras son los electrodomésticos que permiten que la perdurabilidad de los alimentos prolonguen sus cualidades naturales. Los procesos de elaboración de los alimentos también van en la línea de aumentar el tiempo para que sean consumidos. La fecha de caducidad indica el tiempo exacto en el que cada producto va a perdurar en condiciones adecuadas. Cuando se supera la fecha indicada, el producto ya no es válido para el consumo.
Las antigüedades son los objetos del pasado y que todavía cumplen una función, que puede ser decorativa o dedicada al coleccionismo. En cualquier caso, lo antiguo ha logrado resistir, no se ha estropeado y, en consecuencia, ha perdurado.
Los objetos en general, también están sujetos a procedimientos que alargan su mantenimiento. De hecho, cualquier utensilio de los que empleamos tiene un grado de obsolescencia. Se habla de la obsolescencia programada para hacer alusión al tiempo previsto de operatividad de un objeto. A la industria no le interesa que las cosas que produce tengan una duración ilimitada, por lo que incorporan unos chips en los objetos que, con el paso del tiempo, van a detener el correcto funcionamiento del objeto en cuestión. De esta manera, el usuario tendrá que comprar otro nuevo, porque su reparación es muy costosa o a veces inviable.
El paso del tiempo tiene un efecto positivo sobre ciertas cosas, aunque no sobre los seres vivos. Hay una gran cantidad de productos que son más valorados y apreciados cuanto más antiguos sean: el vino, algunos licores, las obras de arte, las joyas o los automóviles.
Perdurar implica que aquello que se mantiene tiene una resistencia al cambio. Si decimos que algo perdura, esto implica que en circunstancias normales no debería hacerlo. Por lo tanto, la perdurabilidad expresa una cualidad destacable, es sinónimo de calidad y que ha sido elaborado de tal manera que continua siendo útil.
A la hora de adquirir un objeto de cualquier tipo, valoramos su precio y funcionalidad y, al mismo tiempo, calculamos cuánto tiempo va a perdurar. Hay cosas que son de usar y tirar, otras duran toda una vida.