Las oraciones pueden tener diferentes criterios de clasificación como oraciones transitivas e intransitivas, simples y compuestas, coordinadas y subordinadas, etc. Uno de estos criterios de clasificación tiene que ver con la intención comunicativa o la actitud del hablante, esto hace referencia a la forma en que el enunciador (quien habla o comunica algo) emite un mensaje hacia su receptor. La mayoría de las veces esto puede notarse en la forma en que se escribe el enunciado, principalmente, si se acompaña de signos de interrogación o admiración y dependiendo de la actitud del hablante se puede hablar de seis tipos de oraciones.
Enunciativas
Este tipo de oraciones, como bien lo dice su nombre, enuncian, o bien, expresan una idea. Sus dos principales formas son la afirmación y la negación. Por ejemplo:
• Mariana fue a jugar al parque. (afirmación)
• Jorge todavía no llega. (negación)
• Nunca espero nada de ti. (negación)
• Salía a jugar todas las tardes. (afirmación)
Interrogativas
Las oraciones interrogativas se caracterizan por expresar un cuestionamiento por parte del emisor o el hablante. Son fáciles de identificar porque en su forma escrita incluyen el uso de los llamados signos de interrogación que en español son dos: ¿? (a diferencia del inglés que sólo utiliza el segundo signo al final de sus oraciones interrogativas). Según Juan Pedro Rodríguez Guzmán, podemos clasificarlas en interrogativas totales a aquellas preguntas que puedan responderse con un sí o un no; mientras que las interrogativas parciales son aquellas que demandan una respuesta distinta de sí o no. Por ejemplo:
• ¿Quieres salir conmigo? (interrogativa total)
• ¿Te gustó la comida? (interrogativa total)
• ¿Vendrás a la fiesta? (interrogativa total)
• ¿A dónde te gustaría salir a comer? (interrogativa parcial)
• ¿Cuál es tu actividad favorita? (interrogativa parcial)
• ¿Sabes cómo se llama esta canción? (interrogativa parcial)
Exclamativas
Las oraciones exclamativas se caracterizan por expresar una emoción o sentimiento por parte del emisor. Su identificación de forma escrita es sencilla debido a que incluye el uso de los llamados signos de admiración que en español son dos: ¡ ! (a diferencia del inglés que sólo utiliza el segundo signo al final de sus oraciones exclamativas). Estos signos permiten al lector notar que quien habla está experimentando algún tipo de emoción como sorpresa, temor, admiración, disgusto, etc. Por ejemplo:
• ¡Hace cuánto que no te veía!
• ¡Escuché un ruido!
• ¡Qué forma de tocar la guitarra!
• ¡Cómo me fastidia esa canción!
Imperativas
Las oraciones imperativas se caracterizan por expresar una orden, mandato, exhortación o ruego; en estos casos, el emisor busca influir en el receptor para que este último haga la voluntad del primero. Es curioso pensar que una misma oración puede expresar una orden o una súplica a pesar de que se trate de dos expresiones completamente opuestas: ordenar y rogar. Este último aspecto se distingue sólo por la forma en que el hablante ejecuta su locución y es justo por ello que estas oraciones pueden admitir el uso de los signos de admiración. Por ejemplo:
• ¡Ven conmigo a la casa! (orden de una madre a su hijo)
• Ven conmigo a la casa. (ruego de un esposo)
• Ven conmigo a la casa. (invitación de una amiga a otra)
Como puede notarse, la situación y la forma en que la persona hable serán las que determinen si una oración imperativa está expresando una orden, un ruego o incluso una exhortación.
Dubitativas
Las oraciones dubitativas son aquellas que expresan vacilación sobre un evento o situación, por lo que en ellas el emisor se muestra inseguro respecto a algo. Debido a esto, es común que se empleen adverbios o expresiones de duda. Por ejemplo:
• Puede que hoy llueva
• Probablemente la compañía cierre.
• Es posible que Jorge venga mañana.
• Tal vez te vea el próximo mes.
Desiderativas
Las oraciones desiderativas son aquellas que expresan el interés del emisor porque algo se realice. Muchas de estas oraciones utilizan verbos conjugados en el tiempo presente del modo subjuntivo: llueva, venga, compre, ame, etc. También suelen acompañarse de expresiones como “ojalá” o “quisiera”. Por ejemplo:
• Ojalá vengas al evento.
• Quisiera poder comprar ese coche.
• Ojalá llueva esta tarde.
• Sólo quiero que me ames como yo te amo a ti.
Entonación
Desde el punto de vista gramático, las oraciones pueden ser clasificadas según la intención comunicativa del emisor. Sin embargo, si somos estrictos, la intención comunicativa y la actitud del hablante, harían referencia a asuntos distintos, de hecho, los mencionados arriba tienen más que ver con la intención comunicativa.
Si hablamos de la actitud del hablante desde una perspectiva lingüística, esta se trata de una entonación que se percibe de forma diferente dependiendo de si el hablante está enunciando, interrogando o exclamando. Aunque se trata de una disciplina bastante amplia, de forma muy resumida podríamos decir que las oraciones pueden clasificarse en enunciativas, interrogativas, exclamativas e imperativas; mientras que las desiderativas y las dubitativas no tendrían lugar en esta división debido a que no hay un cambio peculiar en su entonación al momento de pronunciarlas.
Al cambio que puede percibirse al final de la curva melódica se le llama tonema; la clasificación de las oraciones depende de si este sube, baja o se sostiene. En las oraciones enunciativas, puede notarse un descenso, las oraciones interrogativas, por su parte, presentan una elevación; y finalmente, las oraciones exclamativas mantienen una entonación lineal.