El término obrero es sinónimo de trabajador, aunque actualmente éste último término sea el más utilizado. Un trabajador u obrero es una persona (física) que tiene laedad legal o habilitada para prestar algún tipo de servicio que está ligado a una empresa o persona en particular, a partir de un vínculo de subordinación, y por cuyo trabajo recibe una retribución económica.
Hay diferentes tipos de trabajadores como los que se encuentran en una relación de dependencia con su empleador (tengo o no la empresa o institución fines de lucro) y los trabajadores independientes o autónomos que realizan trabajos para otras personas, empresas o instituciones pero sin tener dependencia.
En este último caso el trabajador, al ser independiente o autónomo, puede prestar sus servicios a más de una persona, empresa o institución. La condición de trabajador u obrero es siempre y cuando las labores realizadas sean llevadas a cabo de manera voluntaria por la persona física, de lo contrario, realizar trabajos involuntarios o no consentidas, pondría a la persona en una condición de esclavo o siervo. La esclavitud está prohibida por tratados y pactos internacionales, aunque no podemos negar la realidad: en muchos lugares del mundo aún existen personas que son sometidos a esclavitud y a trabajos forzados.
A partir de la Revolución Industrial, comenzaron a configurarse nuevas maneras de entender e interpretar las relaciones de producción. De este modo, el proletariado fue considerado aquella clase (en general, las más bajas) que presta su fuerza de trabajo, a cambio de un salario (retribución económica), oponiéndose de esta manera a la clase capitalista, que es la clase que reúne los medios de producción.
Como afirmamos en el primer párrafo, existen distintos tipos de trabajadores, y por eso, específicamente el término obrero se relaciona con aquellos que tienen una relación de dependencia con una persona, empresa o institución determinada, dejando de lado en esta definición a los trabajadores autónomos, y claro, también a los esclavos y siervos.
Entre aquellos que tienen relación de dependencia con quienes los emplean, se puede distinguir a su vez entre los trabajadores de cuello azul y los de cuello blanco. Con la designación “trabajadores de cuello azul” se hace referencia a quienes trabajan en la industria y en general realizan trabajos que emplean fuerza; mientras que los “trabajadores de cuello blanco”, en general, realizan tareas donde se utiliza el intelecto, como todo el sector de los servicios (administración de empresas, marketing, asesoría legal, entro muchos otros), el comercio y el turismo.