Cuando nos encontramos en un establecimiento con la intención de comprar un producto, nuestro planteamiento es el de un consumidor, que se interesa por la calidad y el precio de lo que pretende adquirir. Hay otro punto de vista, el del vendedor, que valora el objeto como una mercancía. Antes de llegar al establecimiento, la mercancía ha estado dentro de un complejo proceso.
Cualquier mercancía se realiza con unas materias primas, que son los elementos esenciales que la forman. Posteriormente, estos componentes básicos se transforman dentro de una industria en unas unidades concretas. Y antes de llegar al consumidor, la mercancía debe ser gestionada por algún medio. Este medio recibe el nombre de logística y se refiere a toda la organización necesaria que hay entre la producción y el destino final de la mercancía. La logística es un conocimiento imprescindible en lo referente al comercio de mercancías: almacenamiento, puntos de distribución, servicio al cliente o transporte.
La mercancía hace mención a objetos que se compran, se distribuyen y se venden. Al mismo tiempo, tiene otro sentido, como una idea al margen del producto específico. Los economistas analizan desde varios ángulos este concepto. Uno de los pensadores que reflexionaron sobre la idea de mercancía es Karl Marx. Este pensador del siglo XlX afirmaba que hay un doble sentido en cualquier mercancía: aquello para lo que vale ( su uso ) y la cantidad por la que se puede vender ( su valor de cambio ). Según Marx, el capitalismo se basa en el beneficio que tiene el capitalista de la mercancía que ha producido el obrero. La diferencia entre el coste del trabajo del obrero y el precio de venta del objeto que ha elaborado es el beneficio ( también llamado plusvalía ). Para Marx este tratamiento de la producción y de las mercancías es injusto y debe ser sustituido por otro modelo económico, más equitativo e igualitario, el comunismo.
Además del sentido comercial e incluso político y filosófico del concepto de mercancía, también tiene otro significado. Cuando en la actividad económica se trata a las personas sin el respeto adecuado, se dice que son tratados como mercancía, dando a entender que son explotados y humillados. Es lo que sucede con el trabajo infantil, las redes de prostitución o el trabajo en régimen de esclavitud.
La complejidad del término queda de manifiesto con la variedad de palabras afines: mercado, mercantilismo, mercadotecnia, mercantil o mercadería.