Definición de Nazismo origen, ascenso, y características

El nazismo fue una ideología de extrema derecha surgida en Alemania en los años 20 que se caracterizó por promulgar el antisemitismo, el anticomunismo y el pangermanismo. Su líder, Adolf Hitler, ascendió al poder en 1933 y a partir de ese momento instauró un régimen de tipo autoritario y totalitario que diferenció a los ciudadanos según su origen étnico y se puso como objetivo la tarea de crear un gran imperio alemán en que reinara la raza aria, considerada como raza superior.

Los horrores del nazismo provocaron el exterminio de millones de personas consideradas por el régimen como “inferiores”. Su principal blanco de ataque fue la población judía cuyas víctimas representan a unos seis millones de los asesinados por el holocausto.

El nazismo llegó a su fin con el suicidio de Hitler en 1945 tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, las consecuencias perduran hasta la actualidad.

Origen y ascenso al poder

El nazismo surgió en un contexto particular para Alemania debido a que, en 1918, se instaló en el país la República de Weimar tras la derrota en la Primera Guerra Mundial. Dicho régimen gobernado por los socialdemócratas rápidamente perdió su legitimidad al aceptar las condiciones del Tratado de Versalles, armisticio por el cual se inculpó a Alemania por la guerra y se le impusieron sanciones excesivas que no solamente provocaron dificultades económicas para los ciudadanos sino que también propició el escenario para la expansión de un resentimiento nacionalista.

Paralelamente, en el año 1919, un joven Adolf Hitler se afilió al Partido Obrero Alemán (DAP) y dos años más tarde se hizo con el liderazgo del partido, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, normalmente conocido como Partido Nazi. En un clima de crisis generalizada y ante el descontento respecto del gobierno de la socialdemocracia, el Partido Nazi intentó un golpe de Estado en 1923. El mismo falló y Hitler fue apresado. En los once meses que duró su encarcelamiento, el líder escribió su libro “Mi Lucha”, en el cual terminó de delinear el proyecto pangermano, anticomunista y antisemita del nazismo.

A las dificultades propiciadas por el Tratado de Versalles, en 1929 se sumó la caída de la Bolsa de Wall Street que provocó una gran crisis económica a nivel internacional. En este contexto, aumentaron las huelgas y las protestas, y el nazismo pasó a ser concebido por la opinión pública como el único partido que podría reinstaurar el orden. Así, en 1933, Hitler fue elegido democráticamente como Canciller de Alemania. Desde ese puesto, disolvió el Parlamento y declaró el estado de emergencia, anulando las garantías y derechos de la Constitución sancionada en 1919. De esta forma, se puso fin a la República de Weimar y, tras el fallecimiento del entonces presidente alemán Paul von Hindenburg en 1934, Hitler hizo un traspaso de las potestades presidenciales al Canciller, es decir, a él mismo. Mediante un plebiscito por el cual los nazis contaron con un 90% de aprobación, inició uno de los períodos más oscuros de la Historia Contemporánea.

Características

Si bien definir al nazismo es un asunto complejo y amplio, en líneas generales se pueden señalar ciertas características fundamentales.

En primer lugar, es preciso tener en cuenta que se trató de un régimen totalitario y autoritario por el cual los tres poderes del Estado quedaron concentrados en la figura del Führer, Adolf Hitler. Asimismo, la ausencia de democracia también implicó la implantación de un sistema por el cual el Partido Nazi era el único permitido. Sus métodos totalitarios incluyeron las persecuciones a los opositores, el control y censura de los medios de comunicación, la aplicación de propaganda que beneficiara el culto al líder, el militarismo de las instituciones civiles y la vida cotidiana, entre otras.

Respecto de su ideología, el nazismo se caracterizó por sostener la supremacía de una supuesta “raza aria” de la cual descenderían los alemanes “puros”. En este sentido, basándose en el darwinismo social, el nazismo dividió al mundo en “razas superiores” y “razas inferiores”, se opuso a la reproductividad multiétnica y buscó la pureza genética mediante métodos de control natal.

En la misma línea, sosteniendo un fuerte antisemitismo, el nazismo persiguió y exterminó a los judíos en campos de concentración de las formas más crueles e inimaginables, dejando un saldo de seis millones de judíos asesinados. El holocausto, esta práctica sistematizada de opresión y asesinato, también afectó a los comunistas (principalmente a los ciudadanos soviéticos), a polacos, serbios, eslovenos, discapacitados, gitanos, homosexuales y testigos de Jehová.

Por otro lado, el régimen nazi se caracterizó por su voluntad imperialista. Desarrollando la teoría del “espacio vital” que sería necesario para que el pueblo alemán recobrara su supuesta gloria, se buscó anexionar nuevos territorios para repoblarlos con la mencionada raza aria. El intento de conquistar todo el mundo fue una de las causas que dio origen a la Segunda Guerra Mundial.

En cuanto a la economía, el nazismo se promulgaba como una “tercera vía” entre el capitalismo liberal y el socialismo. En este sentido, promovió el desarrollo de una industria nacional, la cual se vio beneficiada por el trabajo forzado al cual eran sometidas las minorías

Finalmente, el nazismo se caracterizó por poner un fuerte énfasis en la simbología. La estética militar se difundió por todo el territorio y se enaltecieron símbolos que representaban aquel supuesto pasado glorioso como el águila imperial y la esvástica. Asimismo, los colores del régimen fueron el rojo y el negro los cuales representarían a la sangre y a la tierra respectivamente.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #120 de Enciclopedia Asigna, en 01/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).