Definición de Narrativa (Género Narrativo) características, y estructura

Dentro del ámbito de la literatura, la narrativa es un género que se caracteriza por la sucesión de acciones relacionadas entre sí que, vistas en conjunto, forman una historia o relato. Para la académica mexicana Helena Beristáin (1927-2013), la narrativa se divide en varios subgéneros, entre los cuales se encuentran la epopeya, la novela, el cuento, la leyenda, la fábula y el mito.

La narrativa surgió de la épica, que fue un género cultivado en la antigüedad clásica (periodo greco-romano). Estas historias contenían un fuerte contenido mítico y relataban las acciones de los grandes héroes, generalmente reyes o semidioses. Las obras más importantes de la épica son La Ilíada y La Odisea, atribuidas a Homero, y La Eneida, del gran poeta latino Virgilio. A pesar de que originalmente estas se cantaban, debido a que no estaban escritas, su estructura en forma de narración y el posterior desarrollo de la escritura permitieron que surgiera la narrativa tal como hoy la conocemos.

Características de la narrativa

La narrativa se caracteriza principalmente por narrar acciones, pero, por otro lado, también podemos hablar de otra serie de elementos propios de ella, entre los que se encuentran: el narrador, el narratario, los personajes, el espacio-tiempo de las acciones, etc.

El narrador es la instancia que enuncia los hechos presentes en la obra, este no debe confundirse con el autor, pues mientras que el autor es el sujeto real, el narrador está dentro del marco de los acontecimientos del texto y puede ser o no uno de los personajes, por ejemplo, el autor de un cuento puede ser Juan Rulfo, pero quien cuenta la historia en el texto no es necesariamente él sino un personaje, o bien, una especie de voz en off.

Por su parte el narratario es la entidad a quien va dirigido el relato. El narratario no corresponde con la figura del lector real pues, al igual que el narrador, se encuentra dentro del texto. Se le puede reconocer cuando, por ejemplo, en alguna narración aparecen alusiones como “Estimado lector”, “Amigo lector”, entre otras.

Los personajes son los encargados de llevar a cabo las acciones que conforman la historia y por lo general se les divide en principales y secundarios. Es común que los personajes tengan un perfil psicológico que corresponde con lo que realizan dentro del relato y este puede desmenuzarse y vincularse con los demás personajes del relato; dependiendo de la complejidad de la narración también los personajes pueden ser más complejos, por ejemplo, se tendrá más información del protagonista de una novela que del protagonista de un cuento.

El espacio-tiempo corresponde al lugar y momento en que las acciones se llevan a cabo. Por supuesto, cada uno de estos elementos podrá ser más complejo o más simple según el tipo de narración, el autor o el movimiento literario al que pertenezca. La descripción del tiempo y el espacio también nos permite indagar planteamientos de implicación social en la narración como críticas a épocas de la historia, temas políticos, culturales, sociales, ambientales, psicológicos y muchos más.

Análisis del texto narrativo: narrador y estructura

Como todo texto literario, la narrativa puede ser estudiada desde distintas perspectivas, la más común es la llamada narratología. La narratología es la disciplina que analiza un texto en el ámbito formal, es decir, reflexiona sobre los elementos que lo constituyen.

Uno de los conceptos más importantes para estudiar la narrativa es precisamente el de narrador. De acuerdo con Gérard Genette este se clasifica, según su relación con los hechos narrados en la historia, en homodiegético y heterodiegético y, según su lugar en la historia, en intradiegético y extradiegético. El narrador homodiegético está dentro de la historia y se presenta como un “yo” que cuenta las cosas como personaje principal o como testigo, mientras que el narrador heterodiegético relata acontecimientos con los que no tiene una relación directa por lo que generalmente se presenta en tercera persona del singular.

Por su parte, el narrador intradiegético es el que está dentro de la historia y el extradiegético el que narra desde afuera. Estas definiciones permiten ver que un narrador puede tener más de una clasificación, así uno de tipo homodiegético, que mantiene cercanía con lo narrado, necesariamente está dentro de la historia por lo que también sería uno intradiegético. Del mismo modo, al narrador que es el personaje principal del relato se le conoce como autodiegético.

En cuanto a la estructura narrativa, se sabe que debe existir un planteamiento en el que se coloca la información básica para iniciar el relato, un desarrollo, donde debe darse pie al desenvolvimiento de las acciones principales, un clímax, que es el momento más tenso o representativo del desarrollo y un desenlace que permita resolver lo planteado o darle un final. Esta estructura es la más básica y característica de la mayoría de los relatos, sin embargo, debido a las actuales tendencias vanguardistas, es posible que los autores jueguen con el orden de estos elementos para dar mayor originalidad a la narración.

Uno de los puntos más importantes de la narrativa es que las acciones que cuenta deben conducir a un cambio de estado, es decir a una transformación en la situación de los personajes producto del desarrollo mismo de las acciones. Por ejemplo, si al inicio de la historia el personaje principal se caracteriza por poseer belleza y riqueza, es probable que, después de una serie de infortunios, al final de la narración pierda ambas, este cambio de estado suele aparecer después del clímax, donde todas las circunstancias se complican. Es importante señalar que sin estos dos elementos no se podría hablar de narración en sentido literario.

Autor

Escrito por Marcelo Jesús Salazar Martínez para la Edición #104 de Enciclopedia Asigna, en 09/2021. Marcelo es licenciado en Lingüística y Literatura Hispánica, actualmente estudia la maestría en Literatura Hispanoamericana con PNCP en la BUAP y se especializa en narrativa fantástica hispanoamericana de los siglos XIX, XX y XXI.